Son ya quince los largos minutos desde que abandone la calmada orilla.
Golpe tras golpe de aleta me alejo de ella y me acerco a vosotras.
En esta mañana fresca la niebla baja y el agua opaca pretenden cerrar
la puerta a nuestro encuentro. !Que ingenuidad! no me habeis de privar
de la vista, sino de la vida para que no vuelva con ellas.Hola chicos, como siempre es tarde y no puedo alargarme mucho ni la
pesquilla lo merece. Solo un ratillo para compartir con vosotros mis
pequeñas alegrias que de tanto en tanto llegan y nos enganchan a esto
que nos une.
Abreviando decir que la niebla cego una de las alineaciones de costa
memorizadas y fue siguiendo la otra alineacion que pude llegar a mis
piedras.
De vez en cuando aterrizan por alli unas forasteras que sin pagar peaje
ni alquiler pretenden pasar la noche, y lo consiguen casi siempre.
Pero esta vez las he sorprendido in fraganti, en cada agujero se movian
dos o tres de ellas. Tenia yo un dia de esos en que te cuesta apretar el
gatillo, pero la propiedad es la propiedad y algo habia que cobrar a los
inquilinos. Con estos conjeneres me di por satisfecho pudiendo haber
llenado la cuerda.
No son grandes pero si muy frescas, mas bien conjeladas.