A veces pongo lo que sucede por la cabeza en la décima de segundo en la que transcurre la acción.
Estaba "escaneando" una zona de piedra, arena y alga laminaria tratando de descubrir cualquier forma sospechosa de ser un pez en las zonas de sombra de las piedras, en los canales de arena, entre la laminaria, etc. De repente apareció la lubina entre que ella avanzaba lentamente sin haberme visto y yo aanzaba tambien lentamente y giraba la cabeza hacia donde ella estaba, ya que había estado mirando hacia el lado contrario.
Ví una cabeza enorme y me pareció una lubina, pero ya antes de pararme a ver lo que el instinto decidió, porque yo no pensé nada, fue girar el arma, apuntar lo mas rápido posible y disparar. En esas circunstancias el la lubina podía arrancar en cualquier momento y habría perdido mi oportunidad. El cuerpo ha visto eso suceder antes y ha automatizado la respuesta de "lo primero apunta y dispara". Todo esto transcurre en bastante menos de un segundo.
Una décima de segundo después o simultáneamente al disparo la probabilidad de que el pez fuese un robalo había ascendido de un 70% a un 95%. En cuanto el arpón impactaba ya había dejado de mirar el sitio a donde apunté y miré toda la escena, reconociendo inequivocamente a la lubina. Un instante después enseñaba el flanco porque habia quedado muerta en el acto y la varilla al ir cruzada la volteó un poco.
Que me arranquen los robalos en tiros de arriba abajo es algo que me pone muy nervioso.
Vimos algunas mas, pero no todas acabaron en el caldero ..........