Te adjunto un artículo que he encontrado:
"La contractura muscular consiste en la contracción persistente e involuntaria de un músculo.
Existen dos tipos de contracturas musculares: aquellas que aparecen cuando se está realizando un ejercicio, y las que se presentan con posterioridad al esfuerzo.
Las del primer tipo se deben a la acumulación de productos metabólicos en el interior del tejido muscular. Cuando un músculo empieza a trabajar requiere energía, que se aporta por el flujo sanguíneo que transporta los nutrientes obtenidos de la alimentación; estas sustancias reaccionan con el oxígeno en el interior del músculo y desprenden la energía necesaria para la contracción de las fibras musculares.
Por medio del flujo sanguíneo se oxigenan y alimentan los músculos, y se eliminan las sustancias tóxicas resultantes. Cuando se realiza un movimiento intenso e inesperado ocurre que, por un lado, los vasos sanguíneos no están desarrollados o dilatados lo suficiente como para poder nutrir el músculo que trabaja y, por otro, son insuficientes para limpiar las fibras musculares de los desechos tóxicos que producen; cuando se liberan estos elementos tóxicos provocan, al propio tiempo, dolor y contracturas en el músculo afectado.
Otra forma también frecuente de contractura es la del segundo tipo, que aparece después del ejercicio físico, por lo general provocada porque alguna de las fibras musculares ha sido distendida o sometida a un trabajo excesivo.
Para prevenir las contracturas es aconsejable practicar ejercicios desde la juventud y mantenerlos, de forma más moderada, durante la madures.
También es recomendable realizar un calentamiento previo a cualquier actividad deportiva, y un enfriamiento posterior a ella, tiempo durante el que se reduce de forma gradual la actividad antes de darla por finalizada.
El reposo, ya sea absoluto o evitando los movimientos de los músculos afectados, pueden ser suficiente para solucionar una contractura muscular; si también están afectadas las articulaciones, conviene ejercitarlas con movimientos lentos.
La fisioterapia, que consiste en la aplicación de calor, masajes y la realización de determinados ejercicios, facilita la recuperación de este tipo de lesiones, aunque en determinados casos se debe recurrir a un centro de recuperación especializado para someterse a sesiones de hidroterapia, masajes y otras técnicas que ayuden a rehabilitar el funcionamiento de los tejidos.
Cuando la persona padece dolor y rigidez acentuada y permanente, se le puede inyectar en la zona lesionada algún anastésico local o hidrocortisona, ya que si la acción alivia el espasmo de los tejidos adyacentes y disminuye la intensidad de la inflamación y el dolor.
Sólo en casos extraordinarios puede ser necesaria la cirugía para devolver el movimiento a los músculos o las articulaciones donde se hayan formado adherencias.
Uno de los elementos más útiles en los casos de contracturas son los masajes, ya que facilitan la recuperación de la movilidad y ayudan a aliviar el dolor.
El masaje actúa de dos formas: en primer lugar evita que se formen adherencias en el foco inflamatorio, y puede eliminar las de formación reciente, y en segundo lugar, la fricción que proporciona el masaje aumenta el flujo sanguíneo, lo que favorece y acelera la reparación de los tejidos.
La aplicación del masaje debe realizarse de forma gradual, con la yema de los pulgares, y con suficiente intensidad para friccionar los tejidos musculares; se recomienda el uso de aceites o sustancias lubricantes para facilitar el deslizamiento enérgico de los dedos sobre la piel sin provocar irritaciones."
Un saludo.