No os queméis con eso ahora, el estar tan a tope no te da más pescao por las buenas.
El único "secreto" era trabajar más la relajación y la respiración. Las caídas muy profundas (por debajo de 35) se hacían super fácil largando plomo. Encadenabas una apnea tranquila tras otra, con el consiguiente aumento de los beneficios. No había estrés, ni tensión por los peces... Y es que entrenar sin fusil te ayuda muchísimo. En situación de pesca, la cosa se complica, aunque las sensaciones aprendidas te aportan un huevo.
En Creus me pasaba el día entero al lado del agua, perdidos en una cala sólo apta para las cabras
. Hacía dos horas de agua antes de comer. Comida, siesta, y vuelta al agua. Otras dos horas. Eso un día tras otro. Cuando llevabas 15-20 días seguidos, aquello acojonaba. Casi no tenías necesidad de recuperar en superficie para hacer unas apneas de la hostia. Recuerdo tardes (el estado del cuerpo justo al levantarte de la siesta es MAGICO para entrar al agua) que la primera bajada, sin apenas calentar ya eran 25 mts sin soltar plomo; y con una facilidad pasmosa.
Vuelvo a decir que eran condiciones muy buenas, y en un estado muy alto de relajación. La mayoría de las veces, o casi siempre, sin fusil en ristre (hay zonas prohibidas en el parque, las mejores). Cuando tras las vacaciones volvía a coger el 90 y a tirarme en el "espumeru", los tiempos volvían a ser "humanos".
Así que analizando la situación, el rendimiento se justificaba más por la relajación que por la forma física.
Ya comenté otras veces, que una forma fabulosa para progresar en tiempos, en profundidad, y en "saber moverse" es olvidarse del fusil.
Aunque a veces cuesta un huevo, lo sé...
Javi.