No nada de eso, cada dia me daba mi vuelta por acá, pero estoy esperando que Fofi (o el que se embulle) mande mas historias para pegarlas aquí. LLegué a la familia pescasub para quedarme
. Las vacaciones las tengo en Agosto, ahí si estaré brevemente fuera de la web....para estar en el agua.
Sobre la ciguatera, es muy marcada la costa norte cubana para la presencia de ciguatera en las especias que la portan, como la cubera y la picua entre otras muchas. Eso varía en muchas especies también depende de la época del año, por ejemplo en sentido general (esto no es absoluto), con la picua "de verano" no hay problemas de ciguatera.
En la costa sur la incidencia dela ciguatera es mucho mas baja y es extendido entre los pescadores que picua pescada en el sur, no tiene peligro. En eso tienen naturalmente mucho que ver la fauna y la flora en esa parte del archipielago.
Esta historia es mia y la quiero compartir con Uds.
Cerca de la Habana hay lugares en que me gusta mucho ir a pescar. Tengo recuerdos muy vivos de experiencias de pescas realizadas entre Playa Salado, al Oeste de la Habana, y el Mariel, una ciudad costera situada a unos 30 km de la capital. En ese sector de costa hace unos años existían varios campos de tiro, que con el tiempo se fueron dejando de utilizar y salvo algun que otro poblado (Henequen, Menelao Mora, Banes) está bastante desprovista de población, por lo que da una sensación de privacidad muy placentera. En un punto de esa franja el año antes pasado,(entre Menelao Mora y el Henequen) justo en el mes de abril, fui a pescar con un amigo. La costa se caracteriza por un bajo coralino, con mucho coral de fuego que hay que sortearlo con cuidado, sobre todo cuando hay oleaje. El primer veril se presenta en ese punto bastante cerca de la costa, en comparación de otros puntos donde se aleja mucho mas, es un canto bien estructurado, con una caida de 10-12m a unos 15, pero desde hace mucho el primer canto del veril ha dejado de tener interés para mi. Buscamos aguas mas profundas cerca del segundo canto, donde en unas lajas se podían coger buenas piezas en aguas muy claras. Encontramos además unos hierros grandes, aparentementes parte de la carga de alguna patana pero que se habían convertido en refugio de la fauna marina. La pesca fue un éxito, recuerdo cherna, loros y no recuerdo mas , pero se que en volumen era considerable. Todo iba de maravillas, el problema fue en la salida:
Si el primer canto del veril está cerca el segundo estaba bastante alejado y el viento del sur estaba bastante fuerte, al punto que el oleaje estaba invertido, es decir, en ese punto donde estabamos, las olas no iban hacia la costa , sino hacia mar adentro por la fuerza del viento. Por el oleaje nos separamos y perdimos visibilidad el uno del otro y me concentré demasiado en buscar al otro pescador que iba conmigo, yo iba con el resultado total de la pesca en boya, pues habíamos usado una boya en comun, y cuando caigo en cuenta el viento me había ido botando tremendamente de la costa, estaba literalmente en casa del carajo. Estuve exactamente 3horas 30 minutos para poder llegar a la orilla desde ese punto en un esfuerzo casi desesperado por no perder el ritmo, ni los peces y por no alejarme mas. Casi llegando a la costa recibí la ayuda de una lancha de guardafronteras que me remolcó hasta la costa. Resulta que mi amigo había llegado primero y se alarmó al no verme en todo el trayecto, acudió al puesto de guardafronteras y me dio por perdido. Afortunadamente todo terminó bien, pero realmente fue una de las experiencias mas dificiles para mi pues fue dificil mantener la ecuanimidad cuando yo en vez de ver avance por mas que nadara, veía que el esfuerzo era inutil. El lastre en el avance que representaba la boya con los peces, que era un poco grande y estaba muy cargada, dificultaba las zambullidas para avanzar por debajo del agua amortiguar el efecto del viento. Ahora se cuenta facil, pero me las vi negras. He pasado varios sustos, como que tanqueando un dia se me trabó el regulador a 30 metros, problemas con oleajes etc etc, pero en ningun caso la agonía se extendió tanto como en esa ocasión. No solté los peces, haberlo hecho naturalmente hubiese ayudado a llegar mas rápido, pero NO, los peces y yo, y por suerte todo salio bien. Desde ese dia le tengo mucho respeto a los vientos del sur que soplan sobre todo mayo-abril en la isla. Muy facil para entrar... dificil para salir.