pues justo antes de que se quemara el servidor relaté por aquí mi vuelta a las profundidades silenciosas después de un parón de tres años aprox., pero esta vez en aguas del Pacífico, y comentaba la inminente escapada que iba a realizar en sept. Pues bueno, las expectativas eran altas: madero doble-goma y aletas de carbono a estrenar, boogie preparado para la batalla con las olas nada pacificas de por acá, mucha ilusión y arrojo, etc.
Y llega el día en que mi madre viene de visita cargada como sherpa y yo recibo mis útiles y me pierdo en ensueños multiples y empieza la cuenta atras de los dias que pasaré de turisteo con élla porque en cuanto se vaya... directo a las aguas de Oaxaca!! (mexico)
Y los días se suceden y por fin pongo rumbo a la costa después de una emotiva despedida y etc. y disfruto por carreteras de montaña perdido en sombras de colores rojizos y metros de dyneema saliendo enloquecidos del carrete y en pasapeces gigantescos y... y... y...
El mismo dia que llego, cansado por las 6 horas de carretera de montaña, decido no entrar a pescar. Eso si, un bañito de estreno de aletas no me lo quita ni dios, pienso... Por lo tanto, agarro las Extrema, gafas y tubo y al agua!! La mar está fuerte y turbia, mal, pero bueno, acostumbrado al cantábrico, pues no lloraremos. Y según entro, fiesta de pesca! me siento comodo con las aletas, y se nota el carbono, muuuuuuucho. Encantado, me muevo rapido y ansioso, buscando peces más grandes que los clásicos que te rondan. Y bueno, solo decir que en una hora más o menos me crucé con dos jureles elegantes (y confiados como siempre), una lora guapetona (es como la vieja de canarias), y un par de pargos de unos 3-4 kilos a la espuma. Pero lo que más me impresionó fué una sombra gigante de pargo que ví en el fondo de un bajo, a unos 13 metros. Entre la arena revuelta la vi alejarse... y fácil superaba los 10 kilos!! y yo sin fusil... chingada madre!! (que se dice por acá...). Bueno, mañana me pondré loco, pensé...
Unas fotitos de la zona pa cortar la chapa...
Y al día siguiente me meto al agua cometiendo el gran error de ponerme la chaqueta de 5mm que tambien traia. Horror!!! me asfixiaba!! Y la mar se había puesto mas grande aun... Pues dandole como unas dos horas solo ví un maldito jurel que ni lo pude poner a tiro y paí‚´fuera. Medio mareado del calor, asombrado por no ver ni un pez... que habrá sucedido? entrar a las 2 de la tarde será tan malo? será que tengo que entrar mas tarde, como ayer? encima casi pierdo el cinturón de plomos que no cierra bien la hebilla (nuevo, seatec...) cuando la goma está seca... y casi echo la papilla... mal... bueno, mañana será mejor...
Pero ahí se torció todo. A la noche me levanto a mear y me duele el oido. Maldición, que será? Después de tantas horas en puertos y desembocaduras mucho más desaconsejables, como es que se me ha podido infectar el oido?
Pues esto durará 3 dias. La mar se pone bestia. Y como es temporada de lluvias, pues los rios colindantes sacan mucha tierra y el agua se enturbió.
Me dedico a matar alacranes y leer. Porque encima también llueve sin parar, y ni tirarme con mi novia al sol puedo...
Al tercer o cuarto dia, y después de haber salido un liquidillo raro por el oido, el dolor empieza a desaparecer y decido echarme otra vez solo con aletas y gafas. Me encuentro bien en el agua. No me duele mucho y compenso bien. el agua turbia pero hermoso todo. En una apnea me pasa por encima una raya lindisima. Yo alucinando. Y cuando me voy a salir, junto al espumera, lo increible. Me sube un pargo de unos 7-8 kilos a verme!!!! Todo rojo con sus pintitas azules, me ve y me rodea. Me sumerjo y me acerco casi a dos metros, y se aleja hacia el fondo. Guaaaaa!!! Alucinado voy hacia tierra de nuevo pensando en el dia siguiente... la que voy a liar!!
Pero al dia siguiente, al de una hora en el agua, empieza de nuevo a fallar el oido y ya no puedo bajar mas de unos 6-8 metros. Al menos voy sin chaqueta y ya no tengo calor, aunque tengo que cargar el doble-goma poniendo una chancla en mi pecho, jeje... Eso si, de bajadas profundas nada. Resultado: una lora de unos 2-3 kilos y un cochino (pez ballesta) grandote.
A la noche, otra vez dolor y nada, a parar otros 3 dias. Birritas y solete si, pero de meterme al agua nada...
Y bueno, os pongo una fotito de un pez desconocido para mi que me saco una ola cuando estaba a punto de bañarme en esos dias de inactividad. Le dicen bachoco por aquí, creo. Estaba fresquisimo y desconozco la causa de porque la mar lo botó, pero lo asamos y estaba buenisimo!!
Bueno, y con dolor de oido y una mala ostia de puta madre me despedí de la mar otra vez hasta diciembre. Adios playitas, adios... La mejor epoca de pesca dicen que comienza en noviembre, que la mar calma muchisimo, hasta mayo, mas o menos. La temporada seca, vamos. Espero volver a postear otro viajecito en enero, esta vez más interesante.
Disculpen el tostón, pero a mi me gustan las historias asi. Me hacen despegar de mi computadora y viajar a otros lugares...
P.d. atardecer en Oaxaca...