Esto es de un finde de pesca de hace un mes, creí que ya lo había puesto pero se ve que no...
ahí os lo dejo:
22 de Diciembre 2008
Pechugas de pollo caramelizadas con salsa de soja, patatas fritas con ajos, mozzarella de búfala en fritada de tomate y cebolla, sopa de lubina y sargo con fideos y gambón crudo, lubina al horno con salteado de verduritas frescas y de postre, tiramisú. Todo esto solo puede significar una cosa:
Ramón is Back. Por las fiestas navideñas Ramón se ha dejado caer por Albacete a ver a su familia y hemos aprovechado un hueco en la apretada agenda para organizar un par de días de relax, pesca y gastronomía bueno, más bien relax, gastronomía y frío.
El viernes por la tarde salíamos con destino La Torre de la Horadada, las previsiones magníficas, sol, agua tranquila, posiblemente limpia, disponibilidad de barco todo pinta genial. Llegamos a casa ya denoche y con la compra hecha. Hay que ir cogiendo fuerzas para pescar mañana y Ramón se esmera en el menú.
De primero, un aperitivo consistente en unas porciones de mozzarella de búfala enterrados en una fritada de tomate y cebolla, ajustado con especias al gusto (geranios por ejemplo).
Y de segundo, unas pechugas de pollo caramelizadas con salsa de soja y acompañadas de unas patatas fritas con ajos.
De postre, un tiramisú y redondicos como un barril a la camita a descansar.
El sábado nos levantamos temprano, a las 9 de la mañana, nos tomamos un buen desayuno con tostadas con tomatito y aceite, zumo a base de polvuzos concentrados y bizcocho de manzana. Teníamos la duda de si acostarnos de nuevo o irnos a pescar, pero pudo la afición y nos fuimos para el puerto con el solete bueno.
Salimos con el barco, tranquilamente y sin prisas tocando puntitos por aquí y por allá no vimos una raspa decente en mucho tiempo y veíamos peligrar el menú de la cena. Así que nos hicimos con un par de sargos medianos que al menos nos darían para una buena sopita calentita. Al medio día nos aplicamos unas flautas con pan rústico, tomate rallado, mallonesa y tortilla de patata que hasta el mismísimo Hamelín se moriría de envidia cochina.
Después de esto, las ganas de pescar se redujeron a CCCU (cero coma cero uno). Nos pasamos por una marca de mi GPS que TEORICAMENTE debía albergar nuestra cena, pero nada, había salido así que solo los dos medio-sargos nos alimentarían esta noche. Antes de desistir del todo quedaba un punto por tocar, le pedí permiso antes a la flauta que todavía se debatía en mi gaznate para hacer un par de de bajadas más.
Llegamos a la zona y fondeamos el navío, mientras yo me preparo para la inmersión, Ramón se acurruca en un resquicio de la bañera para abordar una pedazo de siesta. Me tiro al agua y el ambiente es muy bueno, profundidad de 12-14m, visibilidad algo reducida, y mucha boga y castañuela. Muy interesante. Con el Robalo95 en la mano me dispongo ha acechar por el fondo entre la piedra rota. Tras unos cuantos acechos, al final de una de las esperas adivino en la lejanía la silueta inconfundibles de los labios de un Breadote. Aguanto un poquito más y entran en escena mis amados dentones, muy recelosos. Tengo que subir ya y lo más silenciosamente posible voy dejandome llevar por la flotabilidad.
Me preparo a conciencia la nueva bajada, intento no moverme mucho del sitio pues hay un poquito de corriente y no se ve el fondo. Caigo lentamente y diviso una buena visera, ideal para mi espera. Las castañuelas están expectantes, se nota la tensión en el ambiente, estoy como una perraca. Levanto un poco la cabeza y veo un dentice mediano dirigirse hacia mi posición, le voy enfocando despacio con el Robalo95 cuando intuyo por el rabillo del ojo algo plateado, es un Llobarro que ahora mismo debe estar como a dos metros de mi, por mi través izquierdo. Ambos, denton y robalo se giran para alejarse de mi. En este momento, me agacho un poco y tiento su curiosidad con un reclamo glotídico. El dentón ya se ha perdido en la penunmbra, pero el robalo se gira y traza un círculo sobre mi posición, muevo el fusil para apuntarle y se vuelve a girar hacia mar adentro para irse. Le vuelvo a llamar, ya le estoy apuntanto y se gira hacia mi. Esta vez enfila una trayectoria que le lleva a la muerte. La afinidad Róbalo-Róbalo es 100% efectiva. Espina partida, boca abierta y mirada perdida.
Ya no encontré más a los dentones, ni los breados Pero ahora si teníamos la cena asegurada y de muy buena calidad!
Ya en puerto, duchita caliente para quitarnos los trajes, recoger y para casa a preparar una cena de Campeonato.
De aperitivo un Carpaccio de solomillo de ternera con parmesano.
De primero, una sopa espectacular, con los dos sargos, la espina y cabeza de la lubina y los restos de una docena de gambones. Todo puesto a hervir un buen rato chof chof chafando bien la materia prima para un caldo de intenso sabor.
Luego unos fideos y antes de servir se añaden los gambones crudos que se hacen en un momentico con el calor de la sopa.
Y de segundo, el Llobarro. Los lomos al horno con un poquito de aceite, sal y pimienta nada más. Y el acompañamiento, un salto de verduritas frescas.
Cansados y rebosantes aún hubo un hueco para un tiramisú más antes de caer rendidos.
Domingo mismo plan, esta vez se apunta Rafita (alias Serranito). Llega a casa 2 minutos más tarde de lo planeado y le echamos una buena bronca. Por unas cosas u otras, hacia tiempo que no nos veíamos. Tranquilamente, un buen desayuno, y para el puerto primero tocamos un par de sitios de poca profunidad, de hecho, muy poca, que como resultado da una pedazo de GRIVIA jurásica que pescó Ramón con un lance trepidante y que a la postre, nos mojó la oreja a Rafa y a mi.
Luego nos fuimos a otro sitio más mejor, concretamente al mismo sitio donde ayer tarde me cargué la lubina y vi los dentices. A las pocas bajadas Rafa avisa que ha visto algún dentón. Yo había decidido sacrificar ese rato de pesca. En lugar del fusil empuño la cámara de vídeo y me dedico a seguirles grabando. En una de las bajadas localizo el banco de dentones y grabo una bonita escena donde algunos dentones se acercan bastante de haber llevado un mondadientes me habría cepillado uno. La mañana transcurre tranquila, solo un par de avistamientos más y nada. Yo estoy contento por que estoy tomando bastante material de videosub para luego trastear.
Ya cansados nos subimos al barco y nos vamos a puerto. Duchita caliente, recoger los equipos, baldear y para finalizar, una buena flauta de tortilla.
La nota negativa, fue al llegar a Albacete por la noche y revisar el material tomado con la cámara NO VALE NADA DE NADA algún ajuste del balance de blancos quedó mal puesto o no se que, que está todo completamente saturado y apenas se ve nada. Una lástima, hay que estudiarse eso del WB para que no vuelva a pasar (es la segunda vez que me pasa). Ya pondré una entrada cuando tenga las cosas más claras.
