A mi lo que me da por pensar , es que si los pones a tos juntos enganchaos a un fusil... te montas casi un 200 CV.
Un saludo.
No hacen falta muchos petos para eso... uno solo de los buenos es suficiente (lo que pasa es que se fatigan...).
Por ejemplo, en la pesca de petos de la que trataba mi post pasó algo increíble y les contaré la historieta (en realidad, las fotos que puso Marco se refieren a otra ocasión en que él y sus compañeros -no nosotros, nunca hemos pescado juntos, por ahora...- hicieron una gran pescata que él aprovechó de colar por aquí).
Bueno, en fin, en la pesca de petos de Angel y mía de este último fin de semana, ya llevávamos once cuando decidimos pescar uno o dos más de ñapa en otro lugar que no habíamos probado. En realidad, era por Angel. Estaba pescando con su cyrano 110 y la flecha de 7 mm se la dobló uno de los petos gordos y aún enderezándola con la rodilla estaba errando muchos tiros y quería matar un poco la fiebre intentando pillar otro. Apenas dimos con los petos hicimos las esperas alternadas reglamentarias y se me pone a tiro uno de unos 11 kilos. Le metí un tiro bueno, en la columna, aunque aún así peleó y me llevó cuerda, pero al fin pude dominarlo yo sólo, abrazándolo con las piernas y metiéndole la mano por las agallas. Angel se había subido al bote porque definitivamente estaba errando muchos tiros y no pescaría más. Pero los petos seguían allí a mi alrededor viendo cómo peleaba con uno de sus compañeros. Yo como si no los viera. :evil:
Bueno, rematé al peto arponeado con la misma varilla y lo pasé rápido para el cabo de la boya para estar listo lo más pronto posible e intentar pillar otro. Cargué el fusil cuanto antes e hice de nuevo una esperita de las mañosas. En eso uno grandote se me viene pero aún con reservas. Afino más las mañas como si no le prestara atención y cuando lo veo nuevamente lo tengo a tiro para el sten 115 pero aún estaba lejos (unos 4 a 5 metros de mí). Le apunto lentamente y le tiro a la cabeza, dándole en el cuerpo... (no son una diana inmóvil ni son "pendejos", a veces esquivan la flecha). En eso el animal impactado arranca violentamente y se lleva el cabo de mis manos (si intento sujetarlo me habría cortado los dedos)... fue tan fuerte la arrancada que el peto muerto que estaba en el cabo con el templón se soltó! Imaginén qué fuerza tienen estos bichos. Se soltó un pez de más de 10 kilos agujereado por el medio del cuerpo.
En eso veo como un peto impactado se lleva el cabo y cómo otro muerto se hunde en el azul... Me recupero lo más pronto posible, bajo de nuevo y cojo al peto muerto y luego comienzo a perseguir la boya... Bueno, hacía lo que podía con un peto en las manos (y por esa región hay tiburones tigres de los buenos... 8-O ) y el fusil en la otra. Para colmo el peto hundía la boya unos cinco metros debajo de mí durante largos segundos, diría minutos, nadando en su frenesí. Al final, se cansó y poco a poco lo fui subiendo, exhautos tanto él como yo, no sé quién más que el otro. Era grande así llamé a Angel para que me lo rematase y el se echó nuevamente al agua y lo remató apenas lo puse a una profundidad cómoda.
Cosas así pasan en la pesca de estos peces. Estos animales son unos demonios en la arrancada, pero comparados con un atún o con un tarpón de los grandes, tienen menos vitalidad. Son tan fuertes que si hay algo en la línea de la boya lo desprenden, como pasó con el peto muerto. Los pescadores de anzuelo lo único que hacen cuando pican es darles cuerda hasta que se cansen y mantener algo de tensión... En nuestro caso se cansan más rápido pero tampoco intentamos frenarlos (aunque mucho menos es bueno dejarlos que salten fuera del agua o que hagan lo que le de la gana con la varilla). Son unos maestros para soltarse y eso es lo importante de pescarlos en equipo y darles un segundo tiro para asegurarlos. A Angel se le soltaron varios que ya los dábamos por muertos.
Bueno es eso.
Saludos, amigos
Alexis