Desde que tengo hipoteca no compro esa (ni ninguna otra) revista. Tengo la suerte de conocer a Tomás hace un tiempo (poco) y haberme pajeado largamente con los bichos que pesca, sobre todo porque lo primero que hace (el hideputa) es mandar sms a todo dios para restregar tal o cual dentón, nada mas salir del agua. Tiene la virtud -muy solicitada entre los miembros del gremio de la fotografía, de salir SIEMPRE con cara de tener un botellín de cruzcampo metido por el culo, pero eso si: siempre peinado.
Enhorabuena, compi.
Nveea