La catedral del mar
El Centro de Buceo Archipiélago Chinijo convierte a La Graciosa en una obligada referencia mundial del turismo subacuático
PABLO CHECA - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Canarias destaca, entre otras actividades lúdicas, por las comodidades que ofrece en la práctica de deportes náuticos. Por ejemplo, cada año nos visitan los mejores windsurfistas del planeta, y somos referencia internacional en vela. Ahora, además, dos de los más bellos enclaves de las islas,
La Graciosa y el Archipiélago Chinijo, son una referencia obligada para buceadores de los cinco continentes, siendo por tanto unas de las capitales mundiales del turismo subacuático.
El Centro de Buceo Archipiélago Chinijo, abierto de forma oficial
desde el pasado 28 de febrero, ha sido el primer centro legal referente a esta actividad en Canarias. Además, es
el único que trabaja directamente en la Reserva Marina Isla de Lanzarote e Islotes del norte de la isla.
Su centro logístico se encuentra en La Graciosa, desde donde se suceden todas las expediciones. Para llevar a cabo las mismas, la institución cuenta con un
barco de 21 metros con elevador en la popa. Asimismo, lo acompañan
tres neumáticas semirrígidas, con capacidad
cada una para 12 buceadores. Sin embargo,
la demanda es mucho mayor, pero es precisamente 12 el número máximo de personas por islote y día, según establece la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias, a la que se debe remitir un informe diario acerca de la cifra de personas sumergidas.
Cursos. El Centro ofrece 10 cursos para todos los niveles: bautizo, bautizo avanzado, buceador scuba, aguas abiertas, buceador de aventura, buceador avanzado, buceador de rescate, guía subacuático, primeros auxilios y proveedor de oxígeno. Tampoco faltan las especialidades: buceador profundo, buceador nocturno, buceador de pecios, fotógrafo submarino...Con dos modalidades (Centro recreativo y Centro de Formación), la entidad dispone de aire y nitrox.
ZONAS íƒÅ¡NICAS. Entre las cualidades del Centro de Buceo Archipiélago Chinijo destaca la accesibilidad a zonas únicas en el mundo, donde la espectacularidad del paisaje submarino lo convierte en punto de referencia mundial también por su fauna. Un buen comienzo podría llegar en los veriles de Las Cañas (nivel medio, 15-18 m.) y Las Anclas (nivel medio, 18-25 metros). No debe olvidarse El Bajón de Montaña Clara (nivel avanzado, 27-40 metros) ni La Burrera (nivel medio, 25-27 metros) y el Bajón de Alegranza (nivel avanzado, 24-35 metros). Mientras, El Salao (4-12 metros) y La Caletilla (2-10 metros) suponen un buen comienzo para los principiantes.
Asimismo, el Centro cuenta con su propio espacio en Internet, escenario donde se pueden consultar imágenes, precios y toda la información necesaria:
www.lineas-romero.com/esp/buceo. Mientras, los teléfonos de información y reservas son los siguientes: 902 401 666 y 629 451 430.
También estos días se celebró en las instalaciones del Centro de Buceo Archipiélago Chinijo el XV Campeonato de Canarias de Fotografía Submarina, que finalizó el pasado fin de semana.
TURISMO RESPETUOSO. Desde la empresa
Líneas Marítimas Romero, encargada de las conexiones entre Lanzarote y La Graciosa, se destacan los beneficios turísticos. Pese a que las crisis mundial impide aumentar en gran medida el volumen de negocio, sí reconocen que el buceador, un turista de nivel medio-alto,
es muy respetuoso con el medio ambiente, por lo que no existe peligro de deterioro natural. También, en las foros internacionales se reconoce esta zona como unas de las mejores del globo para bucear, y se han registrado reservas, tanto en los barcos como en el Centro, incluso desde Australia. Desde su inauguración se han registrado 600 visitas al islote, lo que convierte a La Graciosa en una buena promoción de Canarias en el circuito internacional de buceo.
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El concesionario de los viajes marítimos de La Graciosa amplía negocio. Monta un negocio boyante dentro de una reserva nacional en la que nadie mas que los pescadores locales y los clubes de buceo pueden realizar sus actividades. Eso es un negocio y no cualquier otra cosa. A continuación, a chupar por el lado de los buceadores y de las instituciones porque son ecologistas y lo que hacen debe de ser subvencionado.