Pues nada, después de la semana pasada que pesqué unos cuantos dentos de entre 1,5 y 3 kilos mientras los participantes del campeonato de España miraban zona, ayer por fin pude salir sin que me marcaran...
El agua ha cambiado mucho. La semana pasada prácticamente no había termoclina y el agua estaba cristalina. Ayer más sucia y termoclina a 17 metros. Perfecta...
Primera bajada en una barra a 17 metros. Un poco hondo para la primera bajada, así que la apnea será corta. Me planto en el fondo y ya veo los primeros dentones. Y grandes. Me cago en la leche, debería haber "estirado" la apnea antes en otro sitio. 20 segundos en el fondo y para arriba. Vuelvo a bajar y no los veo. Otra bajada y los veo aparecer a contraluz, pero ninguno de más de 3 kilos. Bajo otra vez, ya con mejor apnea, y me coloco. Al cabo de unos segundos las castañuelas se apartan y me preparo. Aparecen unos cuantos, que gozada. Espero al más gordo y le disparo en la cabeza. No lo mato y arranca de forma brutal, imposible pararlo, así que lo dejo y subo. Se enroca y me cuesta un poco sacarlo. 5,4 kilos, que ganas tenía de uno de estos.
Recojo y cambio de zona. Me voy a un fondo de 19 metros. Primera bajada y vuelvo a ver dentos. La segunda bajada clavo uno por detras y lo recupero enseguida. Al cabo de un rato clavo otro más pequeño. Sigo haciendo esperas cada vez más largas pero sólo los veo de vez en cuando a lo lejos.Mis apneas ya son mejores que en mi anterior época de pescasub. Llevo ya un rato diciéndome "esta es la última bajada, esta es la última". Pero cómo cuesta irse... En una de estas veo uno muy gordo, tanto o más que el primero. Preparo una buena espera y bajo. Me meto en una grieta, ya que ni en la posidonia ni encima de la roca me entraban. Otra vez las castañuelas se apartan y veo un cabezón que viene hacia mi. Ni muevo el fusil, espero a que se ponga delante y disparo clavándolo cerca de la linea lateral. No le parto la espina por poquito. Arranca a lo bestia y como no puedo pararlo le dejo hilo. Veo que intenta enrocarse y no me preocupo, está perfectamente clavado. Subo y ¡No puede ser! La cuerda se queda sin tensión. ¡Mierda! Lo primero que pienso es que se ha roto el hilo, porque es imposible que se haya desgarrado donde le había disparado. Pues no, la varilla sube. No lo entiendo, sólo se me ocurre que se haya cerrado la aletilla. Me entra un cabreo...
Al final una buena pesca aunque me voy con mal sabor de boca por haber perdido de forma inexplicable el más grande.
Por cierto, desde que cambié la punta zafable por la varilla de 7,5 Salvi en mi Abellán 110, no he fallado un tiro, y casi todos muertos o ensartados. Nunca había tenido tanta seguridad al disparar. Así da gusto.
Al final 5,4 3,4 y 2,3 kilos.