Un barco captura un mero de 56 kilos y otro un pez espada de 47
El ejemplar lo compró una placera de los Castros a 12 euros el kilo
Autor:
Emiliano Mouzo
Fecha de publicación:
9/9/2009
El pesquero Farelo, con base en el puerto de Muxía, en la Costa da Morte, aunque opera durante gran parte del año en la dársena de A Coruña, logró ayer una importante marea de meros. Entre ellos se encontraban alrededor de cinco piezas que superaban los veinticinco kilogramos, y uno de ellos arrojó un peso en báscula de 55,5 kilos.
Esta unidad fue parada en primera venta cuando el subastador cantaba los 12 euros el kilogramo. Fue adquirido por la titular de Pescados y Mariscos Estrella de Mar, Dulce Bendaña, natural de Corme, pero que tiene su puesto de venta en las galerías comerciales de los Castros.
Dulce Bendaña pujó por esta preciada ejemplar porque tenía un pedido de un cliente de fuera de Galicia: í‚«Xa non lle toco. Deixo que atese (que se endurezca la carne del mero) durante todo o día de hoxe (por ayer) xa que acaba de ser pescado, e logo enviareino por estradaí‚».
La placera no tiene ninguna duda de que si optase por trocear el mero í‚«os meus clientes habituais compraríano o por menorí‚». Sin embargo, consideró comercializarlo entero í‚«xa que do outro xeito tería que cobrar o kilo a máis de vinte euros, xa que entre que lle quitas a cabeza e a zona da barriga merma moitoí‚», subrayó.
La piezas de mero de menor tamaño, de entre 3 y 10 kilos, capturadas por el pesquero Farelo alcanzaron precios en primera subasta que oscilaron entre los quince y los veinte euros.
En esta época es muy frecuente que los pesqueros que faenan a los rascos (arte de enmalle que trabaja sobre el fondo marino) y al pincho capturen meros. Ya que aunque se trata de un pez solitario, es en verano cuando se reproducen y suelen salir de sus refugios en la roca para agruparse en zonas reducidas a profundidades importantes y en lugares donde se encuentre un buque hundido, lo que en el argot marinero se denomina cascos. Es en los restos de los pecios donde buscan su alimento, crustáceos y, sobre todo, pulpos.
También es muy frecuente dar con una bandada de meros navegando al lado de grandes troncos de madera que van flotando o semihundidos. En esos grandes maderos se alimentan de los percebes que pegaron en el tronco.
En la lonja de A Coruña también se puso a subasta un pez espada que pesó 46,5 kilogramos. Esta única unidad también fue comprada por Dulce Bendaña. En este caso, la pescantina fileteará el pescado y se lo ofrecerá a sus clientes habituales. Ya fueron varios los que ayer reservaron sus pedidos.