Llevaba dos días preguntando en los foros que como estaba el agua por la Bahía, ya que la semana anterior estaba para bomitar. Y con las lluvias del fin de semana se pronosticaba lo peor. Lo cierto es que le pregunté a tres personas y esto es como los medicos, uno cura, dos siembran la duda....
Al final me acerque a ver el agua y pintaba bastante bien, con lo que me tiré a pescar.
Me quedé flipado con lo clara que estaba. Hacía muchos meses que no la veía así.
Empecé a calentar pulmones en los sitios claves de lubinas cerca de costa y no parecía haber nada. Que raro, con el levante y aguas claras suele darse bien. Así que me voy dentro. En el primer hot pointpillo una a la caídacuando me disponía a hacer mi primera espera. Tenía buen tamaño. Al final dió 1 kilo.
Tras la captura, el hot point se quedó vacío. Estaba el agua tan clara que todas las lubinas vieron el espectáculo y prefirieron largarse, no se por qué.
Así que decidí ir a otra zona de avistamientos anteriores. Aquí se me han dado siempre lubinas mas gorditas pero nunca han pasado de los dos kilos aunque los rondan. La zona es bastante más amplia con lo que debía hacer sondeos con esperas cada X metros.
Decido hacer la primera en un punto y mientras me acerco me aparece una buena repentinamente, le zumbo pero el tiro es malo y se raja. Lástima, por que allí ya no me entrarán más.
Voy al siguiente punto a sondear y al bajar para hacer la espera me planto encima de un banco precioso de robalos de no se cuantos 50, 100, 150.. Dejo de aletear pero conforme me acerco parecen recelosos. Apunto a uno grande pero dan la vuelta y ponen pies en polvorosa antes de entrar en distancia. No se que les pasa hoy a estas chicas. ¿Tan feo soy?
Me dispongo a hacerle esperas en ese mismo punto, así que ventilo, y cuando estoy preparado empiezo a bajar y me cruzo con otra. Le empiezo a caer variando mi rumbo inicial pero mantiene la distancia y poco a poco se larga haciendome perder la espera.
Me propongo no hacer caso de ninguna lubina que me cruce mientras esté bajando para no estropear la espera, ya que no se dejan a la caida.
Me preparo y vuelvo a sumergirme en el mismo punto. Coño, otra lubina por el camino. No quiero ir por ella pero una vocecita en mi cabeza
me dice que vaya hacia ella. Cambio el rumbo pero no me acerco más. Ella no se acerca, pero no se va. Espero. No se va. Espero y nada. Decido probar, apunto disparo y zas. Pega un buen tirón. Yo tiro de la cuerda mientras subo a superficie llevándomela conmigo hasta que me choco con una piedra. Me había puesto en vertical y no me había dado cuenta. Tienen fuerza estos bichos.
Cuando estaba arriba vi que era la lubina más grande que he pillado. Le había tirado pensando que era una lubina de tamaño habitual y sin embargo era bien gorda y estaba bien lejos. Las aguas claras me confunden bastante. Ya me pasó en Almería. El cyrano tiene una puntería que te cagas. Estoy muy contento con él.
Al final dio 3 kilos 16 gramos