En el 2003 pasó lo mismo y hubo que reunir 70.000 firmas para que simplemente se consultara y negociara con los deportivos (y los resultados no fueron para tirar cohetes). Esto se repite ahora. Y se repetirá siempre.
En el otro lado de la mesa están los que viven de eso y sus complices infiltrados en política.
Un ejemplo que vimos el otro día : ¿Cómo va a existir un deseo de oir a los pescadores deportivos si el patrón mayor de la cofradía del norte de Lanzarote es a la vez el consejero de pesca del cabildo? Es como poner al presidente de la mayor constructora como consejero de urbanismo. ¿Qué hacen en ambos casos si les dejan? Pasar por encima de los que se opongan y o construir lo que sea y donde sea o pescar lo que sea y donde sea.
Y en todos lados están parecidos. Los industriales tienen que infiltrar los centros de decisión política para que les sigan ayudando con leyes, dinero, prerrogativas, etc. Y en Canarias el tema se agudiza porque las decisiones se hacen de manera local y se conocen todos demasiado.