Un día del mes de Junio de 2010.
El día estaba bueno, agua limpia y como una balsica de aceite.
Empezamos tocando unas piedras de corvallos en poquitos metros en las que solemos picar para hacer un poco de pulmones (como decís por aquí), pero nada que no había ninguno digno de venirse para casa con nosotros.
Como el agua estaba muy limpia y sabíamos que para hacer esperas no era el día idóneo, decidimos ir a unas piedras un poquito mas hondas en las que solemos ver bastante movimiento de pescado (buenas corvas y algún merete)..
Fondeamos el barco y la cuerda del ancla se pone tensa en un segundo....., Nooooo, maldita corriente. No obstante decidimos tirarnos al agua y luchar un poco contra la corriente ya que queremos al menos mirar una piedra que nos gusta mucho.
Aquí el agua no está tan limpia y el fondo no se ve. Tenemos que hacer varias planeadas para dar con la piedra y una vez localizada la señalizamos.
Primera caida y veo corvallos (de 1 kg o poco mas) por fuera de las piedras. No disparo y decido mirar debajo de la piedra, enciendo la linterna, hay muchos corvallos pero miro bien por si hubiera algún mero (ya que hemos sacado alguno de esta piedra). Ni rastro de mero, así que decido sacar un corvallo.
Seguimos mirando alguna piedra más, a pesar de la corriente que es fuerte.
Antes de irnos decido volver a mirar la primera piedra. Me preparo y venga, vamos a por ella, meto mi Cyrano de 70 (cojonudo para la pesca al agujero) vuelvo a ver corvallos pero esta vez quiero otra cosa y sigo mirando bien con la linterna y ahí está ese merete que yo estaba buscando. Zas, sale la tahitiana de mi Cyrano y le da en toda la cabeza. El tiro no fue letal y nos costo unas cuantas bajadas para sacarlo.
Mereció la pena insistir en esa piedra.
Este verano saqué de la misma piedra un abadejo con 3 kilicos.
Espero que os guste, un saludo.
PD: Se la dedico a Antonio y Rodrigo que me ayudaron a sacarlo ya que se puso cabezón para salir del agujero.
Fue un trabajo en equipo.