La pesca de la lubina en los bancos de arena de las desembocaduras de los rios es una técnica que me encanta, hay que ser fino con el lastre, llevar un fusil adecuado a la visibilidad y entender con que tiempo y marea entra el pescado, además me permite capturar piezas que normalmente no pesca como herreras, salmonetes y espetones.
Hoy me he levantado muy temprano para probar la primera salida en busca de lubinas, en la desembocadura de un río que me ha dado algunas satisfacciones... Cuando he entrado en el agua, con el sol bajo, rozando el mar, rizado por el viento del norte, y con la marea subiendo he pensado que las condiciones eran las mejores para intentar pescar un buen robalote...
Tras nadar unos cien metros y enfilar las marcaciones de costa, llego al lugar y veo muchisima vida, bancos densos de bogas y jureles, además de muchisimas lisas y mujoles...
Empiezo con las esperas, sobre el fango, bien estirado, observo como las bogas se quedan a media agua, donde hay más visibilidad, mientras las lisas y los mujoles estan junto al fondo, en el agua turbia, apenas dos metros de visibilidad... es muy emocionante esperar entre lisas y que de repente te entre una buena cabezona... a la tercera bajada, tras posarme en el fondo, veo como las lisas corren todas desde mi derecha mientras aparecen dos lubinas preciosas, las dejo que me sobrepasen y disparo a la última, a la altura de la aleta pectoral, le doy un par de metros de hilo para atenuar su reacción y la subo a superficiel.
Poco después, en otra espera, me entra un banco de herreras, deben ser unas 200 o 300, de 700 a un kilo de peso, están muy tranquilas, se rozan entre ellas, parecen que estan de cortejo, ela luz del sol sobre sus escamas producen cientos de reflejos dorados, la imagen es tan bonita que no disparo...
A la siguiente bajada, siguen ahí, espero por si entra otra lubina y disparo a una herrera, consigo un doblete porque son muchas y estan muy juntas, sigo con la pesca, veo un palometón que no llega a los dos kilos y varias doradas palmeras pero no les hago caso, estoy congelado, el agua está a 14 .-C, me vuelvo a la orilla y de camino pesco un salmonete gracioso...
P.D: aunque esté de moda, algunos no deberiamos raparnos al cero, porque nos queda como el c..lo y te deja toda la cara del "Calamardo"
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