Ayer me levanté tempranito y fui a ver unas rocas que tenía olvidadas desde hace meses, en una de ellas salío la corva pequeña, y mirando, mirando encontré otra piedra por la que había pasado por encima unas mil veces y no se por qué nunca había mirado, a unos cinco metros de profundidad nada más, miré por una entrada y resulta que es hueca por dentro y tenía unas cuantas corvas. Pinché la otra y se me desgarró una que era igual que estas dos juntas, cuando se fue el polvo y volví a mirar se habian desvanecido todas, estaban ahí pero quien sabe ande. Sólo estaba la rascasa que es la más grande que he cogido. Después me entretuve jugando a la play con los salmonetes un rato. Me divertí pero no dejo de pensar en esa corva... Ya volveré ya...
Las dos palomas el otro dia, no son gran cosa `pero son las primero que pesco de esta especie. Se me cruzan dos lubinas guapas y las persigo de lejos, cuando giran una roca, me pego al lado de ésta en una cornisa y me quedo haciendo una miniespera, de pronto viene a toda hostia el primer palomo y casi se clava ella sola en la varilla, cuando voy a recogerla me veo a un metro de mí en el otro lado de la cornisa a un breado comiendo tan tranquilo sin inmutarse que pesaría mas de un kilo, cuando logré cargar el fusil de nuevo ya no estaba.
La segunda en una espera en la misma cornisa, el tiro, de detrás a adelante, le entró por la agalla y le salió popr la boca.