Bueno amigos, pues una vez que me í¢â‚¬Å“desvirguéí¢â‚¬Â contando mis saliditas de pesca la semana pasada en este foro (básicamente porque no había nada que contar), por fin entré en racha... dos de dos,
Esta mañana tocaba madrugar, Jose y yo, habíamos quedado en echarnos al agua no mas tarde de las 8:00, así que a las 6:00 en pie, a las 6:20 en el coche, y a las 7:50 en el punto de destino.
Saludos, jiji, jaja, venga nene que se nos pega el arróz!!
A las 8 y poco en el agua, totalmente calmada y limpia como hacía tiempo que no la encontraba.
Empiezo a hacer acechitos a sargos para calentar en unas piedras a las que siempre he tenido mucha confianza y de las que sabía que antes o después me darían una buena alegría. Tras unos minutos empiezo a soltar pulmones la cosa pinta solo regular, ya que la pierna me sigue doliendo, pero bueno el que algo quiere, algo le cuesta.
Diviso una pareja de sargos gorditos, estarán cerca del kilo, quizás un poco por debajo, ventilo bien, golpe de riñón y comienzo a acecharlos intentando adivinar cual será su próximo movimiento para anticiparme
Los sargos se aproximan a mi piedra favorita, les sigo deslizándome por una sombra, y ¿Qué ven mis ojos? Un grupo de cuatro o cinco dentoncitos í¢â‚¬Å“apañaosí¢â‚¬Â freno, reculo y retrocedo al amparo de la sombra que me cobijaba en ese momento, uno de ellos, que seguramente me vió, embiste como un loco hacía mi, debía ser un poco miope, porque tuvo que acercarse hasta medio metro de la punta de mi fusil para saber que ya era tarde, mi í¢â‚¬Å“tirachinasí¢â‚¬Â lo deja cosido y seco, prácticamente sin necesidad de rematarlo. El tiro entra por un í¢â‚¬Å“mofleteí¢â‚¬Â y sale por la agalla contraria.
La entrada fue espectacular, digna de ser gravada, pero últimamente me da mucha pereza montar la cámara.
Después del tostón os dejo lo que os gusta, jajaja, las fotos.
Saludos a todos y ¡Que siga la racha!