Prólogo: Mi hijo menor (Alessandro) prácticamente desde que nació me ha visto llegar de mis jornadas de pesca y se ha ido apasionando con todo lo que tiene que ver con el mar. Ya ha tenido la oportunidad de nadar con delfines, meterse al agua con nosotros y ver nuestras acciones de pesca submarina. Ha visto tortugas, tiburones y otros peces que muchos se los sueñan. Y tiene solo 9 añitos!
Pues resulta que ya hace unos 4 meses me comenta: "Papi, yo ya sé que quiero pedirle de Navidad a Santa Clause. Quiero un Rob Allen con dos gomas. Igual al tuyo, pero más pequeño."
Total que Santa se portó bien y el 25 en la mañana estaba ahí, su flamante Rob Allen de 70 cm con varilla de 6.6 mm y doble goma y un "float-line". Además, había dos gomas de 14 mm para que él pudiera cargarlas. Ya los obuses se los cambié por unos de dyneema.
Aquí lo vemos:
Total que estuvo desde el 25 de diciembre practicando en la piscina cómo cargarlo, disparando a la diana, etc...
Ayer tuvimos la oportunidad de ir a La Parguera a pescar con Fernando y Julián para que POR FIN! le diera el bautizo de sangre.
Al principio intenté pescar algo yo, pero no era mi día. Veía los pargos desde arriba, pero cuando bajaba, desaparecían todos como fantasmas! Se metían en unos huequitos por donde no sé cómo carajo cabían! Así estuve una hora más o menos, mientras los niños se divertían pescando con caña en el bote. Solo tuve a tiro un par de parguitos de a dos kilitos que indulté (hay pescado en casa y no valía la pena). Tuve la oportunidad también de tirar uno ya bueno, pero estaba tan metido en una cueva profunda y a una profundidad "respetable" que me dije: "y si el tiro no lo mata y me hace un despingue aquí, pierdo varilla y pescado... Mejor déjalo."
Mato un jurel para "engodar" y llamo a los niños para que se tiren al agua. Me imagino que Ale se sentía como un adolescente la primera vez que va a "mojar el churro"
Les digo que se mantengan a unos 3 cuerpos de mi y comienzo a picotear el pescado a ver si suben las "cachúas" (ballestas) o algún otro pez se les pone a tiro...
Comienza la fiesta y los balestas comen como locos! Pero Ale, los corretea y se mantienen a distancia. Hace un par de tiros desesperados, pero no logra ensartar ningún pez... Lo mismo Franco. Se están turnando el fusil. Una bajada cada uno...
Yo sigo engodando y engodando. Estamos muy cerca de "La pared", un veril que cae desde los 20 mts hasta los 400 mts. Cualquier cosa puede aparecer. Pero NADA aparecía... Yo con mi arpón cargado, por si a las moscas...
De pronto volteo a ver hacia los niños y Ale tiene un dorado macho PRECIOSO a 1 mt de distancia. Abollado en la superficie!!! Lo hubiera podido tocar con su mano, pero tanto él como el dorado están mirando para abajo...
Le grito a través del snorkel "HHUMMMPFPFFF!!! HMMPFFFF!!! y le hago señas con la mano, pero no me entiende
. Está mirando hacia abajo como las cachúas se comen la carnada... Y el dorado a tiro de su RA 70!!!
Al final, el dorado se sumerge a comer el engode y yo le bajo atrás. El tiro se complica un poco porque mover el 130 persiguiendo un pez que se mueve como una culebra comiendo como loco lo pedacitos de carnada, no es fácil, pero al final le doy un buen tiro en las 3/4 del cuerpo y lo vemos correr arrastrando boya y float line!
Los niños gritaban y aplaudían! Y yo contento de haberles regalado otra memoria que recordarán por siempre.
Esto es lo que pudo ser:
Luego los llevamos a un cayito para que hicieran su pesca y ahí si lograron su primera captura: Un lenguado que nos comeremos frito algún día de estos...
Aquí Fernando con su acostumbrado pescón de pargos...
El más feo del grupo con su pesca:
Y mis dos galanes con la pesca de su papá: