Ostras, marymontaña, se me pasó la pregunta. Sorry.
El laminado puede hacerse de muchas formas, en vertical, en horizontal, en bloque...
La forma ideal dependerá de los fresados y vaciados que le hagas al fuste.
Cuanto más lamines la madera, más dividirás las posibles tensiones que se pueden generar.
Hacer un multilaminado, sin aumentar significativamente la densidad del conjunto es caro y costoso.
No se hace en casa con simples presillas. Si además utilizas láminas formadas longitudinalmente por tres tramos diferentes, más aún.
Si a todo eso, le sumas una madera noble, con muchos años de almacenamiento y en óptimas condiciones de secado, tendrás las máximas garantías de estabilidad del fuste. Pero puedes hacerlo de forma muchísimo más simple y obtener buenos resultados, por supuesto.
También se puede recurrir a refuerzos con fibras de diferentes tipos. De hecho mis primeros fusiles los hice así, y así lo mostré aquí hará ya siete u ocho años al menos. Yo no utilizaba simples láminas de fibras de carbono dispuesto entre las láminas de la madera. Así sólo, posiblemente ayude también a reforzar el fuste y a prevenir desvíos, como pregunta Pau, pero creo que no demasiado. Hay formas mejores para sacarle partido a la fibra de refuerzo.
El fusil que hice hace años (las fotos aún deben andar por aquí) estaba formado por varias láminas de madera entre las cuales conseguí formar un perfil en "U" de carbono, donde las fibras verticales iban dispuestas entre las láminas de madera y la parte inferior quedaba visto en todo lo largo de la cara inferior. No hace falta explicar que un perfil en "U" del material que sea, aporta una resistencia a todo tipo de flexión infinitamente superior que una simple lámina del mismo material. En aquel caso, además, la fibra de carbono la aproveché para formar un bloque compacto con la culata, ya que en el propio perfil en "U" dispuse varias láminas de carbono que quedaban intercaladas entre los listones que luego formaría la culata. Además, el carbono inferior aportaba protección a los anclajes inferiores, y el intercalado reforzaba la parte entre las poleas. Creo que era una forma ideal de aprovechar al máximo las prestaciones de la fibra de carbono en el laminado.
Hoy en día, con el sistema multilaminar que empleo, no hace falta alguna acudir a las fibras de refuerzo, obteniendo fustes muy ligeros, y con un contenido mínimo de resina.
Para cualquier otra cosa, pregunta
Un saludo.
Javi.