Ramón va mejorando día a día a buen ritmo.
Se encuentra muy medicado con corticoides para paliar los problemas previstos del trasplante que le causan muchas molestias.
Esto le produce una somnoliencia constante y debe dormitar la mayor parte del tiempo.
Ya habla, ve la tele e incluso lee algo en su mejor momento.
No tiene secuelas observables de la meningitis que sufrió.
Las defensas siguen reconstruyéndose y los médicos parecen optimistas acerca del plazo para que siga recuperándose en su casa.