Este año las doradas se han dejado ver bastante, y he podido pescar más que ningún otro año. Esta me sorprendio en un acecho entre las laminarias pasándome por encima y haciendome rectificar mi movimiento para girar el fusil y esperarla sobre el alga, finalmente entró de cara y pude darle un buen tiro. Realmente son peces muy especiales, a la vez que exigentes, en nuestras aguas y la ilusión de poder pescar algún ejemplar siempre es máxima.