Joder, tal y como está siendo esta temporada por aquí, si me mandan al carajo y encuentro pescado, lo acepto encantado...
En serio: creo que me he perdido algo estos días que estuve fuera
, aunque estas situaciones no son nunca de un día. Se van acumulando y personalizando, hasta alcanzar puntos críticos sin vuelta atrás. Eso es lo que hay que evitar para que el deterioro no se lo lleve todo por delante (la teoría de loas ventanas totas se puede aplicar a casi todo). De cualquier manera, como en todas las familias y todos los grupos, surgen tensiones entre miembros periódicamente o de manera contínua entre algunos que son inevitables. Creo que la clave es el respeto: se puede opinar, argumentar, cedr o no.... pero con respeto. Aún así, puede que alguien no se lo tome bien, pero eso no es evitable. Somo humanos y tenemos nuestros problemas y nuestras limitaciones. Por ejemplo: ¿no habeis notado que no podemos respirar bajo el agua?
Y aún así, unos aguantan más que otros sin hacerlo. Pues esto es igual: unos saltan ante4s, otros después, otros parece que no lo van a hacer nunca, pero lo que hacen es apartarse.... cada quien es cada quien. Y lo que yo tengo claro es que la gente amargada, conflictiva, tristona, que vive en el mal rollo, no me interesa: son como las nubes tóxicas, que lo contaminan todo. Lo que hay que hacer es apartarse.
No es fácil, pero... ¿abrir una sección de "Insultos y Malos rollos"? Y el que quiera, que entre allí a descargar
Os contaré una historia (el día es una mierda, es festivo y el mar está intratable. Lo siento, pero el abuelo Cebolleta asoma por la pantalla del ordenador): cuentan que en el Japón de los samurais, uno de los ancianos samurais más respetados fue avisado un día de que un joven samurai, orgulloso y pendenciero, iba a ir a su escuela a retarlo (a un combate a muerte, por supuesto) para demostrar que él era el mejor luchador y conseguir el respeto de todos los demás samurais. Al cabo de unos días, el joven guerrero llegó a la escuela, se plantó en el centro del patio y llamó a gritos al anciano samurai. Este salió y lo saludó cortesmente, mientras todos sus alumnos asistían acongojados al duelo. El joven le espetó: "anciano, ya no eres el mejor samurai, voy a matarte y ademostrar que soy el mejor". El anciano le respondió: "es posible, es posible, pero la vida de un samurai no es sólo lucha, es una vida de maduración, de perfeccionamiento y de aprendizaje". El joven no entendió eso muy bien, así que lo retó a desenvainar la espada, lo que el mayor no hizo. El joven desconcertado, empezó a insultarlo. El anciano no respondió. El joven siguió insultándolo, cada vez de manera más agresiva y soez. El anciano no respondió ni cambió su gesto. No hizo ningún intento de luchar. El joven sabía que si mataba a un hombre indefenso, su prestigio no sólo no aumentaría,l si no que sería un proscrito y su nombre borrado de la historia digna de los samurais.... así que siguió insultando y provocando al impertérrito anciano durante horas, colorado, gritando, sudando, pero sin lograr respuesta. Por fín, al caer la tarde, furioso, desconcertado y avergonzado, se retiró por donde había venido. Los alumnos del anciano, jóvenes y todavía no sabios, lo rodearon y uno de ellos le preguntó: "Maestro, ¿cómo ha podido tolerar que un maleducado venga a su casa y lo insulte sin tratar de expulsarlo, de rebanarle la cabeza?" A lo que el anciano les respondió: "si alguien te trae un regalo a tu casa y tú no lo aceptas porque no es de tu agrado, y tiene que marcharse con ese regalo... ¿a quen le pretenece el regalo, a tí o al que te lo trajo?" El alumno respondió: "a quien lo trajo, claro". Y el Maestro le dijo "pues con los insultos pasa igual"
¿Recibido?