Ahí va la jornada de la tarde de hoy bien resumida para no cansar, que nos conocemos!
Segunda espera del día, y diviso un abadejo de tamaño medio que no entra. La tercera bajada la hago mas cerca de dónde he visto el abade, al comenzar la espera tenía en mente que en cualquier momento saldrá de debajo de una piedra y me hará la vela, mi sorpresa fue que en vez de aparecer el abade de tamaño medio, aparece de cara uno de muy buen tamaño, con una entrada muuuy lenta sabía que con mi tiempo de apnea no me entraría y al subir si asustaría ya que se mantenía al límite del disparo y quería asegurarlo, por lo que emprendo un corto asecho pegado a la piedra para ganar algún metro y poder dispararlo con seguridad. VOY LLEGANDO, VOY LLEGANDO!!! ( lo siento por los mente sucia
).
Cuándo entra dentro de la distancia se gira y le disparo en el lomo, no se mueve mucho y comienzo a subir hasta que en el momento de tensar el nylon la aletilla que la había visto abrirse, SE CIERRA!!!
Y se mete de la primera piedra que encuentra. Al estar con la doble vuelta de nylon, y llevar ya unos metros desde el fondo no vi exactamente dónde se metió.
Comienzo a mirar piedras y mas piedras, unas 13 bajadas mirando piedras hasta que entreveo una cola de abade por un lado de la piedra, hueco muy pequeño para disparar por lo que rodeo la piedra hasta encontrar un mejor sitio para el disparo, desde que veo la pieza en buen sitio aprieto el gatillo y sale disparado a otra piedra, desde que salió de la piedra pensaba que era el mio. Se enrroca, voy a la boya a por otro fusil y lo remato a duras penas ya que no tenía hueco, hasta el punto de apretar el gatillo con el dedo gordo de la mano.
Al final, un abade mas pequeño se vino para casa mientras en mi cabeza solo había lugar para la pérdida del grande.
No la podía haber resumido en menos!
Ahí va una foto del abade capturado junto con la bajada y espera al grande.