Erase que se era.... un pescador al que le entraron dudas. Llegó a la conclusión de que la pesca y su familia no casaban bien. Irse de pesca era lo mismo que volverse mono-tema, cansino. Irse de pesca era "perder" tiempo. Irse de pesca era no atender a sus obligaciones familiares. Resumiendo: Irse de pesca eran broncas con su señora.
Una de esas broncas, causada por devolver unas aletas OMER de fibra de carbono que le compró su querida esposa para encargar unas CT, le abrió los ojos al pescador: "Vivirás más feliz si no pescas" ¿Podía ser verdad? Al principio no podía creerlo. Pero de repente cayó en la trampa: "PESCAR ES COMO FUMAR!"
Claro, en ese momento estaba todo mucho más claro. Pregúntale a un fumador cuál es el mejor momento del día y te dirá que en el cigarrito de las 12:00. Pregúntale cuando está más tranquilo, y te dirá que en el cigarrito de las 17:00. Pregúntale si conoce los riesgos de fumar... y te dirá que sí, pero que los asume. AL PESCADOR LE PARECIO QUE LE PASABA LO MISMO. ERA DROGADICTO Y ESA DROGA PODÍA ACABAR CON SU RELACIÓN.
Así que guardó sus fusiles. Empaquetó los neoprenos. Pensó en qué podría ser últil y el resto, al trastero. Esa OMER Moonlight trucada sin estrenar, que esperaba alumbrar desde 200 metros a los mejores meros, se quedó en un cajón para los apagones. Su máscara la cogió su hija, ya que con esa no le entraba agua. Ver sus cosas, era como ver los juguetes de Toy Story preocuparse cuando el niño comienza a crecer. NUNCA MÁS JUGARÁN CON NOSOTROS.
Así que ese duendecillo malo armado con fusil que tenía el pescador en su cabeza, quedó desterrado. Cayó en el olvido. Pero como el anillo único, sólo esperaba su momento.
A los tres años... el pescador (porque aunque no pesque sigue siendo pescador), se va de vacaciones a Ibiza, cometiendo el ¿error? de meterse en un par de playitas con sus aletas y sus gafas. Playitas en las que antaño pescó. No tardó en empezar a hacer esperas, y ver como los peces se le acercaban. ¿Le pedían que volviese?. El duendecillo despertó.
Al principio no parecía importante. Pero poco a poco, se hacía fuerte. Primero, se pasa por el foro a ver si sigue allí. Y no sólo sigue, sino que además su cuenta no está cancelada. Depués comienza a mirar los videos de las salidas de pesca. Comienza a desempolvar los DVD's de los grandes. Saca su equipo del trastero, "para revisar que todo va bien". Pero se dice a si mismo.... "No pasa nada. Esto lo tengo controlado."
La puntilla viene cuando descubre que un compañero del trabajo ha comenzado a pescar. Un novatillo, que hace mil cosas mal. Y las conversaciones del café comienzan a convertirse en master class. "Tráete el fusil y lo tuneamos", "¿Cómo llevas la boya?", "¿Y por dónde salisteis ayer?"
El pescador se dió cuenta de que no podía evitarlo...
HOLA, ME LLAMO JOSE HUERTA, SOY ADICTO Y VOY A CONSUMIR!