Os cuento:
Resulta que como la semana pasada no me mojé, acabé matando el mono de pesca comprándome un caprichito. En concreto unas aletas R-Max montadas en calzantes Phatos.
Una vez mas el servicio de Carlos increible. Rápido, todo perfecto y el material....
El caso es que tocaba salir a estrenarlas y aunque me daba un poco de pena sacarlas de infantería, seguí el consejo de Carlos de "dales caña que son muy resistentes".
Dicho y hecho, esta mañana estábamos a las 7:30 en la misma orilla preparándonos para entrar al agua.
Desde fuera parece que el agua está muy buena, pero nada mas meternos...
, no se ve ni la punta del fusil.
Jose tira para dentro con otros dos compis (Antonio y Fede), y yo me quedo en la misma orilla haciendo esperas en cota cero, pues Jose me ha dicho que por dentro está igual de mal.
Estaba tan mal el agua que he estado apunto de salirme, pero he dicidido tirar para dentro en busca de Jose y conforme avanzaba mejoraba un poco la cosa (pero no mucho). Llego a la altura de Jose y me dice que ha visto una buena dorada hace un rato pero que se va a mover un poco.
Decido quedarme en ese sitio probando a ver si aparece esa dorada y despues de dos o tres esperas de repente me entra un banco de dentones de todos los tamaños, algunos enormes. Encaro el fusil ayundándome de la mano (pues me están entrando por la izquierda de mi) y no me lo pienso (no puedo ponerme a elegir, pues todos los que veo son buen tamaño), al primero que se me pone a tiro, Pummmm. El dentón arranca con fuerza y el dinema se engancha en el fondo, por lo que pierdo la tensión y no se que está pasando con la pieza. Llamo a Jose para que venga por si hace falta rematar, pero apenas me muevo un poco se suelta el dinema del fondo y vuelvo a notar la tensión de la pieza.
En cuestión de segundos lo tengo en las manos y os podeis imaginar la alegría que me ha dado el momento.
Bueno, os dejo unas fotos. El video cuando lo tenga editado os lo subo aquí mismo.
PD: Las aletas cojonudas.