Ayer, quizás el último día del año en el que me puedo escapar a pescar. Digo quizás porque todavía queda mucho para fin de año, jijiji
Tenia ganas de comer bogavante y la verdad es que hace tiempo que no voy a cogerlos por lo que puse un anuncio en fb aver si avia alguien que me quisiera acompañar. Mi amigo Mike y su colega Casper se apuntan y quedamos a la una de la tarde. Un par de horas más tarde estamos en la rampa ya cambiados y saliendo del puerto. Unos 20 min de navegación y llegamos al spot.
Ellos. Son los primeros en meterse y me comentan que la visibilidad es de un par de metros y que el agua está helada... 4 grados.
Ellos no aguantaron ni media hora en el agua, valla mariquitas...
Yo me quedé una hora y me subí a la barca con dos bogavantes, y me subí porque ellos. Se estaban helando, estábamos a bajo cero y claro con un traje forrado y encima mojado es para congelarse seguro, hmm total que nos volvimos para casa. Lo mejor de la salida la taza de cacao que nos tomamos calentitas y recién echa que nos tomamos al subir a tierra