En verano de 2012 me topé con una de estas en Ontón, una calita entre Bizkaia y Cantabria. Era bastante pequeña, como un puño de niño, aunque algo aplatanada. Los tentáculos eran muy largos en relación al tamaño del cuerpo, más que tentáculos parecían hilos de pesca; finitos y transparentes. Pero medirían medio metro y un metro aproximadamente, no más. La que vi flotaba por encima de la superficie, creo que esa especie de bolsa violácea las hace flotar, y llevaba el cuerpo y los tentáculos sumergidos.