Luego de dos salidas infructuosas, AL FIN pude ver pescado en el Oceáno Pacífico. Y pesqué!
Con muy poca fe, Lucas me dice para salir el sábado un rato porque tenían que hacerle un trabajo al remolque y necesitaban que la lancha no estuviera encima.
La noche anterior comí afuera y me tomé una o dos cervezas de más, por lo que amanecí con un poco de acidez estomacal y mucho sueño. Desanimado por las dos salidas anteriores, ni puse a cargar la pila de la cámara ni me la llevé. Craso error. Hubieran salido un par de videos bonitos.
Franco tampoco nos acompañó porque había salido la noche anterior y además tenía mocos. Total que fuimos Ale y yo y nos estaban esperando Ricky (el papá de Lucas y Santiago) y Lucas. El buen rato y las risas estaban asegurados. Hacía solo falta el pescado.
En lo que comenzamos a navegar, Lucas dice que el agua está muy buena. Yo, como no sé, ni idea...
Nos lanzamos en la primera marca y una nube de pargos "de la mancha" nos rodea a media agua. En ese punto logro capturar dos de ellos. El primer tiro fue algo bajo, el segundo alto. Estaba usando un fusil de Santiago que nunca había usado antes. Los míos y de los niños (regalo de Navidad...
) deben llegar la proxima semana. Lucas saca también uno bueno y Ale desgarró otro, por lo que ya se pusieron las pilas y no quisieron jugar más con nosotros...
Nos seguimos moviendo y encontramos otro punto donde Lucas hace una bajada mientras yo espero y veo como un pargo dientón, más grande que los que habíamos sacado, le sube detrás. Intento hacerle una caída, pero que va, me siente y se va para el fondo.
Seguimos insistiendo y lucas me dice que hay unos pargos amarillos buenos. Yo en una bajada anterior vovlí a ver el dientón (es la especie pacífica de los guasinucos o cuberas que conozco). Es gordo. Debe tener al menos unos 10-12 Kg. Pero aunque no explota, tampoco se pone a tiro. Interesante como peces aunque parecidos a los del Atlántico, se comportan diferente y los trucos que me sé no funcionan. Claro, como todo pez, si te mueves lentamente, sin ruido y no muestras agresividad, al final les pica la curiosidad y se dejan, pero los ruiditos no funcionan.... O al menos no en esta oportunidad.
Pude notar en dos oportunidades que al tirarme de espaldas al agua y hacer un ruido similar a la explosión que hacen ellos al asustarse, subieron a media agua a ver de qué se trataba. Habrá que seguir probando a ver qué es lo que funciona. De momento, silencio, calma y lentitud.
Total que en una de esas, Lucas saca un pargo achiote, que son color rojo fluorescente, muy bonitos fuera del agua. Todavía no los he visto dentro.
Luego, un mero muy grande le rompe la varilla. Ya el contará cómo fue....
En ese mismo punto, que es una baja en medio de un arenal con unas caídas muy bonitas, sigo insistiendo y en otra bajada vuelvo a ver al dientón (que sigue sin acercarse), pero se me cruza un pargo amarillo de buen tamaño y decido tirarle. Luego me entero que es mucho más apreciado para comer que el dientón. Quién lo diría...
Se parece muchísimo a las aguaderas del otro lado, solo que sin la lágrima bajo el ojo.
En otra bajada más, logro hacerme con otro amarillo de menor tamaño, pero bueno también y luego de un rato damos por terminada la jornada.
Alessandro luego de un rato se salió del agua. Creo que entre el frío y la frustración de haber fallado dos peces (tampoco tiene su fusil), prefirión subir al bote a comer y calentarse.
Eperemos que podamos repetir muchas jornadas como esta!
Santiagooooooo!!!!! La próxima tienes que venir!!!!