Ya tenía ganas de sacar un buen mero pero cada vez es más difícil en Cataluña.
Ha costado pero, al final, llega el día en el que tienes la oportunidad, un punto de suerte y, gracias a un segundo tiro muy bueno, he conseguido desenrocarlo.
Estos animales, cuando son de escollera, se hacen difíciles de cobrar. Es complicado sorprenderles en las montoneras de piedra o en la penumbra entre los grandes bloques.
Dedicado a mi padre por la inmensa paciencia que tiene al venir de barquero conmigo.
http://oscarfarrito.blogspot.com.es/2015/06/mero-de-escollera.html