Todas, absolutamente todas, mariconas. No me quiero imaginar qué pasaría si echaseis proteina en polvo sobre las fornidas y musculadas espaldas de vuestros compañeros-novios de pesca.
No digo de llegar al nivel espartano de Marcoelpolaco, que por principios no bebe ni agua y no afloja en toda la jornada, pero el rollo de l-carnitinas y mierdas envasadas es un poco para "ese tipo de muchacho, que se depila las cejas como una putilla de sala de billares, que bebe vinos caros, tiene perro pequeño-gato, y al que no le gustan las chicas".