A ver si nos enteramos: No se puede discutir con un imbécil porque para ello es preciso ponerse a la altura... y para eso es preciso ser un imbécil.
Este juego de toma de decisiones que tienden a regular nuestro comportamiento y nuestra libertad; lo que "podemos hacer y lo que no podemos hacer" con base a unos criterios que no tienen ni una pizca de sensatez, no deja de ser un ejercicio político.
La inmensa mayoría de las personas que ejercen la política en este país, no tienen oficio: no saben hacer la "O" con un canuto. Me gustaría saber qué sabe acerca del Mar este Sr. que citáis, y
pido perdón por lo de Sr. pero es que no tengo el gusto de conocerlo ... o qué intereses directos o indirectos tiene con los centros turísticos de buceo, etc.
Por desgracia la política se ha convertido, desde 1789, en una ciencia abstracta al servicio de
"esas" personas que, conscientes de su falta de imaginación e inteligencia y corroídos por la envidia,
que es una manifiesta declaración de inferioridad, sólo les queda el recurso intelectual de la memoria, el arte del camelo y, a veces... ni siquiera eso.
Así que arreando: el 23 me piro a echarme un rato al agua... un poco más abajo de Canarias, donde nadie me de por saco.
Hala.