Mi compañero y yo convencimos a las familias para aprovechar un par de horas en el agua y después ir a cenar, así aprovechábamos la hora feliz.
Nos tiramos al agua y yo tenía claro cual era mi objetivo, me había cruzado con él en un par de ocasiones y sabía que podía estar allí, no tuve suerte en los anteriores lances, no era el momento adecuado, no entraba bien, o simplemente no estaba, pero hoy iba a por él.
De camino veo que en una punta hay una pelota de obladas muy grande así que sin acercarme mucho hago una espera y me entra rápido en modo caza una anjova que hace un quiebro para verme y queda totalmente apagada, en la boya ya cuelga una presa.
Llego al punto que quiero, el sol lo tengo en la espalda, hago una bajada y me entran un par de dentoncetes y una dorada kilera....no vengo a por vosotros, no quiero asustar a nadie, retrocedo y subo.
Vuelvo a bajar y avanzo unos metros, inmediatamente veo unos dentoncetes que van y vienen, espero....entonces lo veo, una frente con un punto blanco que se acerca, ése es el mío, sigue, sigue, sigue y sé que ya está dentro de alcance y sigue, espero a que gire sólo por placer, gira, disparo y le parte espina, queda temblando, lo recojo y subo.
Es precioso, estoy en una nube de adrenalina y queda lo mejor, salir del agua, tener allí a la familia y ver la cara de asombro de tu hija no tiene precio.
P.D. El vídeo está en el horno, allí también os lo narro
mientras os pongo un par de fotos.