Pues lo que suele ocurrir después de varias porras,
llegas a un sitio aparentemente normal al que has ido otras veces sin demasiado éxito, a una profundidad cómoda para "calentar", unos 15 metros, y en la primera bajada ya ves un merete que corretea entre las piedras y varios dentones pequeños, vaya la cosa está ya caliente...
en las siguientes bajadas intento hacer esperas lo más correctas posibles, haciendo ruidos con la garganta desde antes de llegar al fondo (Paco, me acordé de lo que comentaste), hay muchos dentones de kilo que corren y se acercan, pero al final se adivinan un par más gorditos.
Probando diferentes zonas y posiciones, al final entra uno majo a placer, tranquilo, a 2 metros de distancia. tiro a placer, espina rota y para arriba, qué placer volver a sentir la emoción. Pesó 3,5, no es un gigante, pero ya firmaria uno asi a cada salida.
Despues los pequeños seguían entrando, así que me hice con uno de ellos y con una doradita.
Esta semana cuelgo el video.
Saludos!