El joven matrimonio entra y el vendedor les muestra un par de
sandalias,
diciéndoles:
íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Son mágicas! Con ellas, bodrán hacer el amor salvajemente, como
gamellos enfurecidos - les dice.
La mujer se tienta por el comentario del vendedor, pero el hombre,
atlético
y viril, dice que no las necesita.
Bruébalas, baisano, no te arrebentirás - insiste el vendedor.
Como su mujer está cada vez más interesada, el hombre termina por
acceder.
Apenas se las calza, una mirada feroz se dibuja en su rostro ... un
ansia
incontenible ... una furia que su esposa jamás había visto...
Veloz como una fiera en celo, el joven marido agarra al vendedor
egipcio
por las nalgas, le baja los pantalones y se arroja sobre él para
violarlo.
íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Bara, bara, bara, gabrón!!! - grita, desesperado y con lágrimas
en los
ojos el vendedor - íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Te las busiste al revés, hijo de buta, te las
busiste
al revés!!!
Saludos...