La semana pasada viví un momento espectacular, calentando para hacer una espera, con el agua muy verde, con lluvia, temporal, casi a la puesta de sol, noté una vibración por mi lado izquierdo, al girar la cabeza, vi a tan tremendo animal, nadando tranquilo. Una imagen que tardé en asimilar, sinceramente, pasó por mi cabeza tirarle, pero un segundo después, pensé fríamente y preferí quedarme con su imagen, para siempre.
Fueron solo unos segundos, pero ya os digo que jamás los olvidaré. El Miura del Estrecho.