En algunos sitios de Puerto Rico, donde las aguas están infestadas de tiburones, los pescadores submarinos locales mataban y dejaban amarrado uno precisamente como el de la foto. Milagrosamente, los otros desaparecían y se podía pescar.
Tengo que aclarar que luego lo subíamos al bote, que su pesca es legal y que lo vendían o consumían. Hablo de pescadores comerciales.
No sé si este caso tenga que ver con eso.