Buenas, aquí van dos salidas express, por diferentes motivos.
Domingo 29:
Llevo unos cuantos días esperando a que se tercie una salida y descartandola por varios razones, y al final, el domingo surge, aunque no era el mejor día. Previsiones de 2m y 13s de periodo, así que voy a zona de resguardo.
Llego un poco tarde, ya son las 9 a.m, y para cuando me estoy preparando ya sale otro pescasub acabando su vuelta,mala señal...
Me meto al agua, 1,5m a 2 de viabilidad y mucho mar de fondo, no se puede estar en el fondo salvo que te pegues a alguna roca que te pueda hacer de escudo.
Lo intento por la escollera, dejando de momento de lado la zona de las piedras, donde parece que esté pegando más el mar.
Encadeno esperas y acechos como puedo, pegándome con las rocas y abortado en alguna ocasión la picada, por que el mar me mueve como un trapo y me lleva donde quiere.
Sigo adelante y en una espera encuentro una piedra que me protege muy bien, me poso en el lado protegido y en cuanto saco el fusil, la corriente casi me lo quita de las manos. Así que lo pego a la roca y a esperar, hasta que me entra un sargo más que decente hasta la cocina.
Tan confiado estaba con su cercania y tan temeroso de la corriente que le disparo sin despegar el fusil de la roca, si es que lo tenía en la cara!
Pero como no, un fallo garrafal.
Sigo adelante en la escollera hasta llegar al hot point.
Empiezo a hacer esperas un poco más largas, a probar a esconderme mejor o desplazarme más hasta caer en el punto de la espera. Pero nada, ni hay carnada, ni hay lisas, no hay nada de nada.
Así que pretendo seguir para adelante y girar hacia la otra parte de la escollera.
Voy a recoger la boya, fondeada un poco alejada de las piedras, cuando tiro del hilo y no se mueve el plomo, pues sí que se ha enganchado bien!
Bajo para recuperarlo y encuentro el hilo pero no el plomo. Se ha metido en una rendija entre 3 cubos y ni siquiera se ve.
Hago sucesivas bajadas con la linterna, con el gancho pero no soy capaz de llegar a ella, ni siquiera ver donde está.
Así que toca cortar la línea y apañarlo sin plomo, con el mosqueton libre que tengo.
Esto me ha tocado los huevos y dejo la escollera de lado, voy de vuelta a probar suerte en las piedras.
Pero antes de que llegue veo que baja un pescasub y va él mismo hacia las piedras.
Ya cansado de la mar, recojo trastos y me marcho, con la pena de haber perdido el plomo con el que andaba muy a gusto.
Miércoles 03:
Llego al lugar seleccionado con tiempo, he terminado de trabajar a las 6 a.m. así que para las 7 ya estaba allí.
Nada más llegar una desagradable sorpresa, me encuentro un precinto de la policía municipal con un papel donde pone que no se aparque ya que va a haber voladuras de 10.30 hasta las 11.30 y la carretera se cerrara para esa hora.
Así que, después de unos momentos de dudas, de si aparcar, de si irme a otro lugar, decido quedarme allí y venir de vuelta antes de las 10.
El día anterior había visto un video de Joseba Kerejeta donde decía que en el País Vasco se pesca con apneas cortas de entre 1 y 1,5min y 20s entre ellas para estar lo máximo debajo del agua, siempre cerca de la orilla. Así que envalentonado por eso y la urgencia de salir en breve, decido tomármelo al pie de la letra.
Al principio me cuesta pescar a ese ritmo, pero luego el cuerpo se me va adaptando, y hay pescado, bastante.
El mar está perfecto, mar de fondo, olas de metro, 20C y 4 a 5metros de viabilidad. Ideal.
Desde el principio me encuentro con sargos de racion y grandes grupos de lisas, incluso las del punto amarillo, que hasta ahora no había visto demasiadas.
Me acerco a la zona buena, dejo fondeada la boya, con mis reservas, ya que lo he fabricado en el curro, imitando el que tenía, y no se como funcionará.
Pico y aprovechando un canal del flisch con piedras en los lados, me acerco a un grupo de sargos, es un grupo muy grande así que entre ellos espero que haya alguno de buen tamaño. Detengo el avance en la base de una piedra, agarrandome a un saliente. Espero a que pase la llenante de la ola, cuando, con la corriente, me viene encima una lubina de ración. Intento mover el fusil cómo puedo, contorsionando el cuerpo, por lo cerca que está, disparo y fallo.
Mientras cargo, a merced de las olas, veo como se me acerca un poco la lubina y ya se da la vuelta para irse.
Aún así insisto en las mismas piedras, por si decide volver, cuando al final de la espera me viene una mojarra de ración y me hago con él.
Llevo 14 min en el agua, así que no está mal coger ya la primera. Lo cuelgo en el pasapeces del cinto, bendita la hora en que me la compre, y sigo para adelante. Me mantengo cerca de la lasca que hace de pared lateral de un tubo, hasta encontrar un punto de entrada.
Pico, voy aprovechando la vaciante para llegar hasta la entrada y me agarro como puedo a las rocas.
Me detengo en la entrada del canal, hay mucho sargo y a lo lejos veo ya unas siluetas bien grandes, que intento que se aproximen con diferentes ruidos, pero nada.
Lo intento varias veces en la misma zona pero sin exito. Sigo por fuera del canal, a ver si los rodeo y los puedo sorprender por otro sitio. Voy encadenando acechos sin éxito y para cuando me doy cuenta, estoy en más fondo sin ver pescado.
Vuelta entonces hacia la zona donde estaba el pescado. Entro al canal, donde antes estaban los sargos y, nada, sólo quedan allí un grupo de lisas enormes. Paso al canal siguiente, siempre con la misma táctica, de hacer la espera en la entrada y pincho otra mojarra de ración que se ha acercado demasiado.
Las 9 ya, me quedan 30 min...voy de canal en canal sin conseguir que se me acerquen los grandes. Así que cambio de táctica y voy a por los que están comiendo en la rompiente.
Estoy encima de una cresta que sube casi hasta la superficie y tiene la punta plana y ancha, donde, con mucho cuidado y siempre bien agarrado a los agujeros, voy mirando a las rocas cercanas.
Encuentro un grupito que está comiendo y no me han visto.
Intento respirar como sea para poder picar, entre la vaciante y la llenante, alguna ola que rompe ahí, y con el brazo todo lo estirado que puedo para mantener el tubo fuera del agua.
Por fin consigo dar una bocanada completa y picar de algún modo, dándome contra las piedra y agarrandome como puedo al saliente.
El más cercano se asusta, pero decide volver para cotillear, así que con ese me quedo y lo intento recuperar como sea, sin que las olas me estrellen contra la piedras.
Por fin, después de una ardua lucha contra los elementos, lo cojo entre los brazos, me lo llevo a una zona un poco más tranquila y lo remató.
Justo a tiempo. Ni siquiera cargo el fusil, para ver si por el camino cae algo más.
Ahora, me toca correr a la playa y llegar al coche lo más rápido posible.
Dicho y hecho, estoy con todos los trastos dentro del coche y el pescado en la nevera para las 10, que es cuando pongo rumbo a casa.
Y sin multa, que me estaba cagando por dentro todo el rato.
Foto de rigor, esta vez con las aletas, un típico.