Voy por la mitad de una jornada de un bonito día de otoño, mar en calma, día soleado, según zonas una corriente de cojones y se van desencadenando bajadas con acechos.
Llego a un punto en el que tengo una caída de acantilado muy vertical y sé que cae hasta los 16 más o menos antes de empezar una caída más suave a modo de colina, estoy en superficie pegado a la pared, cogido con una mano a la roca para no moverme y no asustar nada, bajo de mi a unos dos metros puedo ver un par de espetones estáticos, pegaditos también a la pared, están haciendo lo mismo que yo y de vez en cuando dan un coletazo e intentan capturar alguna castañuela o boqueroncillo, pero no son mi objetivo, cargo de aire, suave golpe de riñón y directamente sin aletear dos empujoncitos con la mano en la pared e inicio el descenso pegado siguiendo el relieve hasta posarme en el fondo detrás de un pequeño montículo que me hace las veces de cobertura. Voy mirando los flancos, a izquierda y derecha porque detrás de mi está la pared y estando todo el pez pasto pegado a las paredes si hay algo tiene que venir por un lado o por el otro, el color del agua ya indica que de mar abierto difícilmente vendrá algo. Y efectivamente, estoy mirando hacia la derecha cuando giro la cabeza y veo a mi izquierda a apenas un metro de mi una monstruosidad navegando a velocidad crucero paseíto, es enorme y aunque va muy tranquila sé que de un coletazo puede desaparecer, tengo el fusil mirando en dirección opuesta así que con calma pero sin pausa voy encarando mientras veo como va abriendo su rumbo y marchando, ya tengo el fusil en línea, es imposible fallar, disparo y el carrete empieza a sonar, empiezo a subir e intento que no saque más hilo para que no se vaya contra las rocas.
Estoy recuperando y hay momentos que parece hasta enrocada, pero no, es cuando oponía resistencia, menuda fuerza y eso que el tiro le había hecho pupa, cuando la tengo en las manos es cuando me doy cuenta que no había calculado bien el tamaño ES BRUTAL, me pongo a dar gritos y a flipar con la belleza del animal, aunque alguna va saliendo, no son nada habitual en mi zona y de semejante tamaño menos. Como entenderéis directamente recojo trastos y me salgo del agua para disfrutar de la captura.
Un lance y una captura que jamás olvidaré.