Tras un verano pésimo, parece que empiezo el otoño con mejor suerte, ayer fui por la mañana a un buen huerto, antes de que entrara el levante fuerte, el agua estaba muy clara y caliente, con corriente moderada de llenante.
Comencé con unas esperas en un espigón cercano, dónde había mucho comezón, vi algunas lubis pequeñas y un banco de espetones que fallé a bocajarro
Después salí a las marcas de fuera, en una de ellas ví un dentón indolente a media agua, no entraba a las esperas y no se dejaba acercar a la caída... después ví tres corvas buenas junto a unas losas y pude coger una a la caída.
Me moví a otra zona y en una losa en medio de la arena, vi dos meros, el primero justo cuando le iba a tirar de cara, se giró y se enrocó detrás de una columna, tras media hora haciendo de minero, conseguí sacarlo.
Después con el otro, aunque le dí en la cabeza no lo maté del tiro y se encajó en el fondo de la grieta, me costó más que el otro que saliera, casi un hora...
Después recogí rápido, que comenzó a entrar el mal tiempo, con viento y nubes.
De camino a la orilla iba medio enfadado pensando que hace varios años, en las que iba mucho más a pescar, hubiera tenido más paciencia y buscado quizá mejores posición de tiro y no comerme dos enrocadas seguidas, pero al menos los saqué...
A ver lo que tardo en volver al agua