Hace años que no posteo nada por el foro, por trabajo, pero principalmente por dejadez. Voy a tratar de retomar las viejas y buenas costumbres, ya que veo el foro cada vez mas parado y asi aportar mi granito de arena a esta comunidad, en la que tantas cosas he aprendido.
La pesca en si no tiene gran misterio, pero si tuvo el componente suerte de que se alinearan los astros y todo lo que podía y suele salir mal, salió bien.
Después de llevar ya media mañana tocando sitios, tentando a los dentones, no habíamos tenido suerte, aunque si que los habíamos visto en algún punto,PERO estaban autistas. Sobre las 11 de la mañana, decidimos cambiar el tipo de pesca y ir un poco mas hondo a buscar algún mero. Vamos a una marca conocida y le digo a mi compañero que me deje tirarme a mi primero, ya que esta honda para mi y así tener la oportunidad de disparar si hay algún pez por fuera y si se complica la cosa, ya se tira el a arreglar el lio, que esta mas fuerte que yo.
Dicho y hecho, me preparo bien la bajada, ya que hay un agua considerable para mi, doy el golpe de riñon y comienzo el descenso. El agua esta muy limpia y a mitad de bajada ya distingo la sombra de la piedra, intento dirigirme planeando hacia el corte con la arena, ya que hay un agujero conocido, que a veces tiene premio. Cuando empiezo a ver ya perfectamente la piedra, distingo al lado de la piedra en la arena un pez de buen tamaño, tranquilo, practicamente como si fuera una corva fuera de su agujero, pero es un denton de cierto porte
. Dirijo mi caída hacia donde se encuentra, sin demasiada fe, ya que el agua esta muy clara y espero que en cualquier momento arranque y desaparezca, pero parece que aguanta, poco a poco me voy acercando y empieza su huida, pero de manera muy tranquila, sin prisas... Un poco mas, un poco mas, creo que lo tengo a tiro y disparo, veo que la varilla impacta en el tercio trasero del animal y lo veo temblar, y no tira, creo que he partido la espina, no me lo puedo creer
Tiro del nylon y comienzo el ascenso, sin ni siquiera haber llegado a tocar fondo, conforme voy acercándolo hacia mi, me doy cuenta que es mas grande de lo que me había parecido. Lo abrazo con gran alegria, viene mi compi con la barca, se lo enseño, nos chocamos las manos y ya me quede yo de barquero el resto del día
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