Tenemos lo que nos merecemos, un país que va a peor.
Hoy a venido la barca de vigilancia hasta mi posición dentro de las boyas, una zona que el bañista más cercano estaría a 300 mts lo menos y, que salvo en algún día de agosto, fin de semana con playas petadas no ves a nadie hacer esnorquel por allí. El que sabe se va a zonas mejores y el dominguero no se suele atrever.
Me han echado después de una pequeña conversación:
Está usted en zona de bañistas
A lo que yo pregunté: y donde están los bañistas?
Respuesta:
Pues… no hay. Pero hay boyas.
A lo que yo me reafirmo:
Así vamos, que se que no llevo un juguete entre mis manos y si hay bañistas me piro, pero bueno. Ya me salgo.
Acto seguido dejó el fusil en la boya y me pongo a nadar hacia el coche pensando en donde iba a ir, lo tenía claro.
A las 7 de la tarde me tiro para el mar más allá de las boyas a una zona de roca y posidonia.
Puestos disparó un sargo con el saragos y blanco después de fallar 3 doradas con el mvd. No le cojo el tino aún.
Veo unas salpas comer y me acerco despacio por abajo y creo distinguir un corvón pero no, no era una corva. Es un mero, no es el mero más grande que veréis pero yo no quepo en mí mismo.
El primer tiro lo fallé, los nervios y se metió a su grieta, una buena grieta. Estrecha y con muchas salidas. Me a costado media hora ponerlo a tiro entre sargotes gordos, la estrechez y la inexperiencia.
En fin que aún tendré que darle las gracias al de la barca.