Pues como he visto que a algunos utimamente se les da bien eso de íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“pescar un ratillo después del curroíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
. El viernes, al invitarme Roberto a echarnos un rato, no me pude negar.
El plan original era de salir a hacer un rato de íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Blue Water HuntingíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ frente a San Juan. Entonces, desempolvé mi íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“IlustreíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ Teak Sea 130 de 3 gomas, pero también me llevé mi fiel T20 110 íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“por si a las moscasíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ÂíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Nos dimos cita en su casa y al yo llegar ya él tenía todo listo. Cabe señalar que desde que conozco a este ilustre personaje, primera vez que tengo el honor de salir en su íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“balsitaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â, como él la llamaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Nos acompañan su cuñado Izander y Freddie íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“The RoockieíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â.
Al salir al mar desde la bahía de San Juan, notamos que está bien íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“sopladoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ y el viento no nos dejará pescar en el azul
. Así que decidimos íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“chupar piedrasíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ en un veril que Roberto conoce justo frente al Capitolio.
El espacio en su bote no es muy grande y decido esperar que se echen él y Freddie al agua, para no entorpecernos al cambiarnos.
Roberto es el primero en caer al agua y apenas mete la cabeza, sale con un pescado; una cojinúa amarilla de tamaño íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“comestibleíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
. Comenta que hay movimiento de pescado y que vio unos Sábalos (aquí no se tiran los Sábalos; aparte de que está prohibido, hay tanto pescado superior así que para quéíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦).
Luego de un rato me tiro yo, empuñando mi chinita 110 como siempre
. El único detalle es que tuve que dejar la boya y el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Float-lineíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ enganchado a la barca, porque mi boya Omer America me dejó para siempreíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Como íbamos a estar haciendo bajadas cerca del bote, la profundidad es bastante cómoda y no es zona de capturas fuera de lo común, no le doy importancia y confío en mi carrete MíƒÆ’í†â€™íƒâ€ší‚¨rou Tuna, que carga unos 70 metros de Dyneema de 1.7 mm.
Comienzo a hacer espera tras espera y bajada tras bajada y no veo nada íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“disparableíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
. El agua está bastante turbia en la superficie y no se ve el fondo desde arriba. Total que pienso íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Si no voy a pescar, pues me pongo a entrenar algo de apnea y si se me atraviesa algoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
Sin embargo no pierdo la esperanza y me muevo en la zona buscando, buscando, buscandoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ En una de esas bajadas, me llega una picúa prehistórica de más de 15 Kilos
. Ya aprendí, las picúas grandes en Puerto Rico son "caca", hacen pupita (dan ciguatera). Pienso en dispararle para tener íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“algoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ para engodar, pero desisto; un animal tan hermoso debe respetarse y no merece morir para alimentar a las mierdecillas que pululan el fondo.
Cuando ya el sol había bajado bastante en el horizonte, al ascender de una de mis íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“apneasíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ (que no superaron el minuto y medioíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
). veo dos sombras nadar hacia mi y reconozco lo que creo que es un Sábalo de buen tamaño (aunque no nadan como Sáblaos, lo que me llama la atención). Cuando pasan bajo mi vertical, veo que son dos Sierras (Carites), una de unos 5 Kg la tengo a tiro, pero la otra (grandototota
) está al límite. Qué carajo, quiero la grande
! Me sumerjo, la correteo y decido hacer un tiro al límite de mi alcance. LE DOY!
El tiro es bueno, porque se aloja entre las aletillas que tiene delante de la cola, pero no le toca la columna ni ningún órgano vital. La sierra arranca en horizontal hacia mar abierto y en lo que gano la superficie, ya el carrete va por la mitad!
Comienzo a nadar en dirección hacia su fuga, rezando porque no se desgarre (la carne de estos peces es muy delicada y al no tener escamas, se desgarran muy fácilmente) y en lo que para un poco, miro hacia el bote y le grito a Izander
(oye, ese nombre me suena parecido al de íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“alguieníƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â, no?): íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Estoy pegao!!! Es una sierra grandooootaaaaghhhh!!!! Y siento el jalón. Ya el carrete se vació y su captura final depende únicamente de mi suerte y la capacidad que tenga de seguirle el paso.
Sigo haciendo esquí acuático por unos minutos, hasta que la sierra comienza a ganar algo de fondo y frena un poco su fuga. Comienzo a recuperar y unas dos arrancadas más, me vuelven a dejar sin hilo para íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“jugaríƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â. Luego de aquello, la sierra deja de correr y me deja recuperar. Cuando al fin veo el destello plateado a unos 10 metros de profundidad y noto que no está desgarrada para nada, me siento más seguro.
Le meto la mano izquierda en sus agallas y mi cuchillo le da fin a su agonía. Cuando levanto la cabeza, me doy cuenta que estoy lejos del bote y me toca nadar. Pero con una sonrisa de oreja a oreja, el cansancio no se nota
; 15 minutos de lucha me recordaron aquellos buenos tiempos en los que mataba Petos todos los días
. A pesar de los años, no he perdido el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“timingíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â
.
Al final del día, Roberto capturó unas 4 sierritas pintadas y otro par de peces y yo logré capturar una sierrita pintada también
Las fotos para su disfrute. No están muy buenas, porque la sierra pasó un rato en la nevera y estaba doblada, pero se ve su tamaño. Al final pesó 34 Libras (15 Kilos 400 gramos). El carite más grande que haya capturado en mi humilde carrera de pescador
.
En esta última con Roberto ya oscureciendo.