El cinturón inflable en cuestión fue recién presentado durante la exposición de fabricantes de equipos para submarinismo en Orlando, Florida, hace dos semanas. No es un equipo de seguridad diseñado para salvar vidas. Su objetivo es ahorrar energía (y por lo tanto oxígeno) para permitir bajar y subir con más facilidad, neutralizar la flotación a la profundidad deseada, tener un poco más de tiempo en el fondo, y ayudar a la flotación mientras se está en superficie, aminorando así el cansancio. Esto se consigue desinflando el cinturón para bajar, inflándolo a mitad (o menos) en el fondo, y un tanto más para subir. Una válvula automática se encarga de dejar escapar el exceso al subir, para evitar que explote. El artilugio en cuestión es más para "free divers" que para pescadores, pues el aire de la pequeña botella apenas alcanzaría para una docena de inmersiones. Rellenarla requeríría tener un tanque de buceo a la mano, o un compresor. Todo muy engorroso y (además del costo) generalmente innecesario para un pescador, a menos que se use como ayuda ocasional para buscar una presa a una profundidad que esté muy cerca de nuestros límites.