El 30 de Diciembre decido salir un rato de pesca, no estoy muy motivado y los dias anteriores ha hecho viento, por lo que me da un poco mas de pereza sacar la barca y me planteo si hacerlo o no en el ultimo momento. Finalmente decido sacarla pensando que hasta que el viento no arrecie podre pescar un rato.
Primer puesto, el viento no molesta, la marea esta llena y hay un poco de mar de fondo que ensucia ligeramente el agua, pinta bien la cosa... A las dos horas estoy mas aburrido que un plomo, no he visto mas que unos sierras pasar y solo he cogido dos pescaditos, si antes de salir ya estaba poco inspirado ahora estoy casi para irme. Arranco el motor y me pongo a gastar gasolina sin saber donde seguir intentandolo, aqui no me gusta, aqui hace tiempo que no veo nada, aqui no... Total que pienso en marcharme, de camino a puerto me viene a la mente que en los proximos dias tampoco voy a poder pescar asi que decido alargar un poco mas la jornada e intentarlo por ultima vez. Finalmente y donde menos lo esperaba una agradable sorpresa me aguardaba, un hermoso pejerrey de 10 kgs que entro en una preciosa espera.