Esta pesca es de hace una semana mas o menos. Entré al agua con uno de mis compañeros habituales con la intención de sacar algún pelágico. La cosa por el azul no estaba muy animada.
Mucha boga, pero muy tranquila.
Las esperas a media agua se sucedían una tras otra. Bajaba hasta los 6 metros más o menos y me dejaba caer rodeado bogas, gueldes, palometa blancas pequeñas, jurelitos minitalla y muchos otros peces pasto, que me dejaban paso abriéndose como un abanico de plata.
Cuando llevaba ya unas cuantas esperas infructuosas, llegó mi compañero y me fui a la orilla por si veía algo a poco agua para dispararle. Al salir del agua me contaría que apenas me fui de la zona apareció un banco de medregales enorme. Algunos de ellos de buen porte. El compañero sacó dos buenos y yo rascando piedras en la orilla... ya me tocará a mi ver el espectáculo.
En la orilla levante un choco y un pulpo buenecitos, pero la marea empezaba a levantarse haciendo incomoda la pesca.
Cuando me dirigía al punto de salida, veo como una cola se mete debajo de unas piedras. Era una morena negra. No me gusta la pesca al agujero, por los fusiles que llevo, un 100, pero la verdad es que merecía la pena tirarle. Le hago una bajada y veo que esta enroscándose dentro. Subo para que se coloque en buena posición para intentar el tiro. Al poco rato ya le los ojitos dentro de la cueva mirándome. Es el momento de bajar. Ventilo y la veo con la boca bien abierta mirándome. Apunto a la boca y aprieto el gatillo. El tiro es bueno, pero la varilla se ha enrocado de mala manera y no hay forma humana de que salga. Tras unas bajadas, decido ir a donde esta mi compañero, que ya estaba esperándome fuera del agua, para que me dejara otro fusil para asegurarla y el saca varillas. Tras una buena aleteada y pensando que se podía haber rajado, compruebo con alegría que aun sigue dentro del agujero, pero esta bastante rajada, por lo que le doy otro tiro y me dedico a desenrocar las varillas con tranquilidad.
Cuando quedaron libres, la morena, peleaba por meterse dentro de la cueva, pero ya era demasiado tarde para ella. Es cuanto le saqué la cabeza fuera del agujero y tras dos o tres tirones, no sin esfuerzo, salió fuera y se enrosco en las varillas. Así iría hasta el punto de salida donde mi compañero la sacó del agua y se encargó de rematarla, para evitar incidentes desagradables.
Aquí las fotos de la pesca.
Espero no haberos aburrido mucho.
Un saludo
Javi