En crudo: Jaime tiene un ambientador en el coche. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Tenía John Wayne un ambientador en la carreta?. No. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Lleva Vin Diesel un pino aromático colgando del retrovisor del Mitshubishi EVO?. No Pues este mariconazo lleva un ambientador (de diseño) en el carro. Pa matarlo a golpes con un rascacio.
Hora de quedada: 07:00 en su (de él) casa. Lo que significa que madruga el sevillano (yo). Llegada indecentemente puntual y el maricón este -que se ha quedado dormido- me hace esperar 3 minutos en la sola compañía de unos perros feroces, uno de os cuales debe pesar lo mismo que yo (90 kgs). Mal empezamos .
Saludos cordiales (maricona, perra. etc) y subimos el coche. La primera impresión me fué extraña a mi (ambientador), la segunda impresión, aparte de extraña ( a cualquiera) es inverosimil: hay un hormiguero DENTRO del Cutre Movil. Viven allí, duermen allí y, sin duda, se alimentan de lo (mucho) que allí encuentran. Es de preveer que esas hormigas, expuestas a mil sustancias que el hombre desconoce ( y que en el Cutre- Movil hay a raudales), crecerán de una forma desproporcionada y llegarán a ser mas inteligentes que su creador, aunque esto pueda parecel poco dificil.
El Cutre está irreflexivamente obsesionado con Bolonia: cierto cabrón ha sacado allí una dorada de las de foto y él (el Cutre) cree que el agua va a estar igual y que la hermana gemela estará allí esperando. Yo me dejo llevar por el maestro y de esta manera, manteniendo la misma conversación de siempre (tias), llegamos a Bolonia.
Frio.
lE PIDO A cUTRE QUE ME HAGA UNA FOTO CON LA sHARDANA PUESTA EN mODO mOCHILA (me niego a borrar las mayúsculas y reescribir. No jodamos) porque se que Predator y otros la tienen y emplean bricos parecidos. En esa foto, como en todas las demás a lo largo de mi vida, salgo con cara de polla.
Agua turbia (rememoro al canijo hablándome, inmerso en el auto engaño, de los 11 metros de visibilidad, de las doradas legendarias y de lo fácil que es pescarlas, etc. Tambien rememoro el hormiguero que este tio tiene en el coche. Creo que no es normal).
El agua está algo, pero muy poco, mejor que la últimas vez que estuve con Tomás (Skualo); puede que se vea algo a los 5 metros. Hay mucha alga suelta que se engancha en todos lados, se mete en el fusil, en la boca, en los guantes , te hace escupir, etc. según Cutre es como comerse un chichi de 2 kilómetros....
Realmente hubiera preferido algo mas de claridad para probar el Katyuska y para llegar a conocer un poco mas a fondo a esta playa indómita que tantas pasiones levanta, pero a mi el agua , como las tias; sucia me mola mas. Así que no me estreso y busco peces.
Voy haciendo esperas y viendo peces, pero pocos y de lejos. No es facil distinguir presas con tanta alga en suspensión.
7.2 mts (D3 dixit) tumbado junto a un saliente alargado. No hay nada de nada.
Unas salpas (buena señal).
Busco sin ver nada ( 0.50 segs).
No hay nada; aguardo (1 min.00 segs).
Aparece por mi izquierda. Mas o menos un kilo. Creo que no disparo, puede que haya algo mas gordo detrás y me queda apnea. Aguardo (1 min 15 segs).
Me nada por encima -solo una vuelta- se gira e inicia la retirada por donde vino. No hay nada mas.
Miro alrededor. Nada. Está lejos (pero no he dejado de apuntar).
ZZZIIIUUUNNNNGGG...
La luibina está en el hilo. El tiro me ha salido algo elevado, pero se que no se escapará. La remato lo antes posible (odio imaginar siquiera el sufrimiento de un pez en esta situacion) y la paso a la plancha.
Veo al Cutre cerca (un hormiguero en el coche, joder) y nos paramos a hablar. Lleva ya la Baila prendida en la cuerda del fusil. Solo un tio con hormiguero en el coche hace estas cosas. Le sugiero colgarla en mi plancha. "-No, creo que la voy a llevar así". Me dice. Pues vale.
Empieza a subir la marea.
No se ve mucho, paro junto a la piedra de la morena y me curro un rato de esperas. Nada.
Me dejo llevar por la corriente intentando esperas cada 20 metros mas o menos.
Nada.
No veo el fondo. Fondeo la plancha y me cuelgo de ella para preparar una espera. Empieza a haber corriente y es como estar colgado de verdad; la corriente tira de mi y me mantiene con los brazos estirados mientras trato de ventilar y relajarme. Llevo un rato sin ver nada destacable. Me dejo caer. Un picudo; me entra por la derecha (como siempre) y, al ver que no le hago caso, se queda delante mia ignorándome. Estoy intentando buscar "algo mas", así que paso del picudo. Algas por todos lados. Algunas de ellas toman formas extrañas que hacen que el gabbiano se estremezca en mi mano, pero son solo algas...yo espero. Se me acaba la apnea y no entra nada , aparte del picudo que me debe haber cogido cariño. Voy a subir, pero antes....
íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡ZZZIUUUUUUUNNNGGG!!!!....
Un tiro un poquito mas atrasado de lo que quería, pero es naipe fijo; el picúo duerme en mi casa.
Lo cobro y remato y lo cuelgo en la plancha.
Sigo "haciendo" la zona, pero no hay nada para mi. Tras dos horas, salgo del agua y veo a Cutre con "el cabrón" (Sergi) que sacó la dorada de dos kilos un día antes. Un tio agradable. Cansino y sufrido para la pesca como pocos; de los que se tiran dos horas en "el sitio" porque les da buena impresión y al final sacan al bicho. Hablamos y me sacan fotos cubierto de algas. Supongo que alguna marca "pajamentalista " de material pescasub sacará en breve un tipo de mimetismo basado en esto: miles de algas me cubren entero y me hacen asemejarme al Yeti. Encima, cuando lo saquen, será caro. Si nó, al tiempo...
-"Quiyo, te has dejado por ver la zona guapa de los "róbalos" (con acento en la o").
-"Estoy un poco hasta la polla, Cutre..." En este momento me duele todo mucho. Quiero descansar.
-"A ver si vas a ser maricón..."
Total, que me meto otra vez.
La mar está empezando a apretar fuerte. olas gordas y violentas que hacen difícil el entrar. Llevo el equipo mal organizado y el pasapeces está enredado.
-íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Ese sargo lo pierdesíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â. Me dice el canijo. Paso del pescado pensando en que pasaré la rompiente rápido y una vez fuera `podré organizar las cosas. Craso error.
Me llevo la paliza del pulpo. La Shardana no es apropiada para estos menesteres y me lo hace saber a su manera especial de decirme las cosas: dando vueltas como un cocodrilo encabronado y enredándolo todoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦Cuando paro en ello, la lubina se ha caido, la cuerda del pasapeces está rota (Aquí Cressi se ha ido de pirata. Es una marca de la que soy seguidor incondicional, pero en vez de un monofilamento, han puesto una mierdecilla de cuerda en el pasapeces que SE SABE A CIENCIA CIERTA se va a romper a la mínima). Agarro el pasapeces con la mano. La varilla del Gabbiano (íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿?)se ha salido; la agarro con la otra, con ambas manos agarro la cuerda de la Shardana, Una ola me pasa por encima limpiamente. Se que la Shardana, cuando la ola le pase a ella, me va a dar un tirón de los fuertes, así que me preparoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦BUUUUMBAAAAAíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦Joder, me ha hecho dar una voltereta en el agua. Reviso lo que llevo en las manos antes de seguir aleteando y ya se que no cenaré pescado. Se me ha caido.
Decido salir, pero no es fácil.
Una vez fuera, estos dos (cabrones) se regodean en su enorme sabiduría (cabrones) y me recuerdan que ya me avisaron (cabrones) de que se me caería el pescado.
Poco queda por hacer, salvo el inolvidable momento de charla de pesca, de fusiles y de la dorada de Segi del dia antes y de cómo su familia se la estaba zampando en ese momento en su casa y sin él. Los buenos momentos de la pesca con amigos.
Vuelta al aparcamiento. Sergi decide no ser un caballero y largarse a su casa (se le están comiendo el pescado) sin tomarse la CERVEZA REGLAMENTARIA. Cutre y yo íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒÂ¢í¢â€šÂ¬í…“caballeros de renombrado prestigio en cuanto a temas de protocolo- nos metemos en el bar, oliendo mas peste que la cama de Bin Laden, charlando de lo de siempre (mujeres) y admirando a las antiguas leyendas de la pesca de la zona que, en su deteriorada edad, con la cara surcada de arrugas, siguen mirando al mar con ojos de enamorado y una sonrisa triste.
El coche del Cutre huele extraño. No es solo la peste (nuestra), sino que dicha peste se ha mezclado con el ambientador (mariquita). Le comento que, tal y como está, podría llevar el pescado en la misma guantera. íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“-Po ponlo ahí, CohoneíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â- es su respuesta. Fotos a la baila y vuelta a Jerez.
Nos vemos en el agua.
P.D: íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿les he contado que HAY UN HORMIGUERO EN EL COCHE DEL CUTRE?
