« Último mensaje por Ezkarra en 01 de Mayo de 2024, 11:07:23 pm »
Mis inicios fueron con 13 años, hace 31 exactamente. Cuando no había olas para surfear, solía ir a hacer snorkel. Recuerdo perfectamente un día que ví en la arena una pareja de salmonetes de los guapos, que me dejaban acercarme hasta casi tocarlos con la mano. Ese día salí con el calentón de pillarme un fusil como los que veía a los "hombres rana 🐸".
Con el calentón todavía, al día siguiente vacié la hucha, fui a una tienda de deportes y me pillé un fusil con gomas de chichinabo y varilla cromada con punta roscable (ya ves, menor de edad, ni licencia, ni hostias... Parece mentira, que tampoco soy tan viejo!). Y al día siguiente, a estrenarlo. Entré al agua con un colega, y después de un rato, a 2 m de profundidad vimos una cola serpenteante entre unas rocas. Me dijo mi colega "MÉTELEEEE QUE ESO ES UNA MERLUZA COMO LAS QUE COMPRA MI VIEJAAAA". Así que tiro, recojo la varilla... Y aquel bicho estaba endemoniado, se revolvía y mordía todo lo que pillaba, varilla incluída. Lo arrastramos fuera del agua, y lo rematamos con un pedrusco. Antes de ir a casa, pasé a ver a un vecino, padre de un colega mío, que era pescador. Ya me explicó que aquello era un congrio, pero que era muy pequeño (apenas 2kg) y que les tirase sólo a la cabeza, nunca al cuerpo. También recuerdo el guiso que preparamos en casa con él, y los juramentos de mi padre "este puto pescado tiene más espinas que carne" .