El sábado me pegué el madrugón, tuve que esperar incluso un cuarto de hora en el coche a que se hiciera un poco de día para entrar al agua. Nada más entrar, como conozco mucho la zona ya tenía el itinerario marcado. Primero recto unos cien metros hasta una roca que sobresale del agua unos dos metros, rodearla y hacer una espera justo debajo, donde suelen haber corvas y sarguetes. Nada más llegar, no se que coño hago que espanto a todo el pescao, de las corvas nada y los sargos solo vi las colas.
Dejo la roca atrás y voy directo a una roca plana que tiene una apertura por abajo bastante ancha y profunda donde vive una corva que siempre se rie de mí, voy despacio por arriba me asomo despacio boca abajo con el fusil recogido y... otra vez se rie de mi, se mete en el agujero y me dice adiós. A tres metros hay otra cuevecilla en la que saqué mi primer mero, así que voy despacio por encima de la piedra y veo en la entrada una corva guapa de unos 700g y no me ha visto, acerco el fusil en diagonal y la dejo clavada de arriba a abajo en la arena. Cerca de ahí hay una cueva bastante tocha cuya entrada tiene unos tres metros y se introduce en el c¡acantilado unos cuatro ocinco hasta convertirse en una grieta de unos dos palmos, que vete tu a saber donde acaa¡ba, Estoy seguro que debe haber un mero allí porque ya saqué una brótola y he visto corvas, tiene toda la pinta. Bueno, pues entro por el lado derecho pegadito a la roca, linterna apagada, cuando ya estoy dentro unos tres metros, enciendo la linterna y veo algo mirándome,!coño es el mero? no, es una corva de ración que se me vacila, la clavo de frente y pa fuera que no mola alargar la apnea en las cuevas.
Llego hasta una zona de piedras pequeñas y me tiro hoooooras buscando en todos los agujeros por si veo un pulpito guapo que hace tiempo que no como, pero nada de nada, así que me dedico ameterle a los salmonetes que comen por ahi hasta que llevo cinco en el pasador.
Decido nadar hasta un siti que conozco menos pero que se que tiene algun agujero bueno.
Me tirobuscando otra vez un montón de tiempo, cosa que hace que el cansanci ya se convierta en aburrimiento hasta que ya cuando no podía más, me asomo en una roca, meto la linterna y digo, Hostias que crva más grande, acerco el fusil, disparo de atrás a alante y la clavo, cuando quero sacar el arpón no sale, y pienso que un corva no se puede enrocar de esa manera, dejo ela varilla clavada y espero uns minutos a que se vaya todo el polvo del agujero, bajo enciendo y... esas manchas amarillas me suenan a mí... Intento sacarlo pero nada de nada, así que voy hasta la boya, cojo el otro fusil, vuelvo (ya no puedo más) bajo apunto haciendo el pino con las manos cruzadas para poder enfocar con la linterna, y viene una ola contra el acantilado que me mete un meneo que casi me deja tonto, así que otra vez a esperar a bajar a buscar... Al final logro dar con la postura de los huevos otra vez, disparo y lo clavo por la cabeza de detrás a delante, me cuesta sacarlo como media hora más, bajando tirando, subiendo... hasta que al final sale, todo el cansancio se traduce enun placer eufórico que me hace soltar un grito...TOMA!!!! me doy cuenta de que hay un pescador por ahí en el acantilado que me mira y no sabe si me pasa algo o estoy loco.
Y nada, decido volver con una sonrisita que aún me dura mientras escribo estas páginas. Gracias por aguantar el relato y dejarme compartir estos momentos.
