Hola a todos.
Os cuento las tribulaciones de mi cuñao y yo de vacaciones en Cádiz este mes de septiembre y pescando en el estrecho, que no fué mal pero podría haber sido de otra manera..
LLegamos el 1 de septiembre con la Narwhal y unas ganas de pescar que no nos las quitaba ni el poniente que sopló durante la primera semana ensuciando el agua que no se veia un carajo, de todas formas el primer dia que salimos (despues de convencer a las parientas) nos echamos en alguna marca que nos dió Skualo (muchas gracias tío) las más fáciles y dejar lo complicado para el último día.
El agua sucia, la corriente tiraba la ostia, bajar sin ver el fondo ni saber dónde estaba, osea, totalmente fuera de nuestra pesca habitual por aquí por el norte, acojonados, vaya.
El segundo día que pudimos volver nos fué un poco mejor, pescamos antes del reparo y un poco despues, así la visibilidad mejoró (por el levante) y pudimos disfrutar un poco más, ya empezamos a ver pescado y entender un poco más como iba el asunto, bastante diferente que aquí, y cogimos apuntes para el tercer día.
El tercer y último día salimos de Conil y pusimos rumbo sur-este dirección Trafalgar y llegamos a la Aceitera.
Eso ya es otra cosa, la verdad, no hay color, todo lo que habíamos visto hasta ese día se podría decir que fué normal, pero en la aceitera, joder, cada vez que lo recuerdo se me ponen los pelos de punta. Aquello es como meterte en un acuario, peces por todos lados, no sabes si pescar o quedarte contemplando el espectáculo, al principio flipamos y después nos pusimos a pescar. Al no llevar lanchero uno de los dos tenía que estar siempre en la embarcación, y eso es una putada, para el que no pesca, claro, ya que aparte de no poder pescar hay que estar atento al compañero constantemente ya que la deriva de la embarcación y la del pescasub son diferentes y "adivinar" dónde emerge el que pesca es casi imposible.
Durante el reparo el pescado se vuelve algo más esquivo, pero mientras tira la corriente te puedes meter encima del bálamo y no se marchan, los sargos se te echan encima (será que nadie los pesca) los pizcuervos se acercan enseguida, vimos doradas y un bonito
y los borriquetes son menos confiados pero con algo de vista siempre te dan un tiro.
La verdad, este último día con visibilidad de 10 metros hasta el reparo, (luego con la vaciante se ensució otra vez) y sin demasiado aire fué una gozada, ibamos bastante mentalizados del peligro de pescar en la aceitera, habíamos oido hablar de los accidentes y eso acojona pero disfrutamos como enanos, la próxima vez que volvamos (será pronto) iremos de cabeza a Trafalgar si las condiciones lo permiten, claro.
Despues de esa experiencia y aprovechando este post me gustaría hacer una reflexión sobre esa zona que tantos disgusto da a nuestra comunidad de pescasub, el peligro es algo con lo que tenemos que acostumbrarnos a convivir, el sumergirse por si solo ya es un riesgo, pero en una zona como esta, con esa corriente y esa cantidad y calidad de pescado las posibilidades de sufrir un accidente se multiuplican, y yo me atrevería a decir que más debido al pescado que a la corriente, se hace muy dificil hacer un acecho o una espera, ver una pieza de esas en el límite y casi a tiro y no forzar la apnea para intentar cobrarla, personalmente creo que la indecisión en esos momentos críticos de la inmersión son el factor que más nos pone en riesgo y el tenerlo en cuenta siempre que decidamos pescar en la Aceitera creo que nos ayudará a tener menos posibilidades de sufrir un accidente, es mi opinión, aunque seguro que los que pescais mas habitualmente por esa zona tendreis más razones para opinar.
En resumen, la experiencia fué una gozada, repetiremos seguro pero sin la lancha (quemé el turbo del coche por arrastrarla hasta casa de vuelta) aprovecho para proponer un intercambio, ofrezco lancha para el que quiera pescar por mi zona (occidente de Asturias y norte de Galicia) y acepto proposiciones para turnarme de lanchero en el estrecho y poder pescar otro poco
